Mariano fue una pesadilla

Mariano Rivera salió del retiro ayer por un día, se puso el uniforme de rayas de los Yanquis de Nueva York con el número 42 y desde que entró al terreno de juegos del imponente Yankee Stadium en el Bronx fue la pesadilla de sus rivales en el partido del “Día de los Veteranos”.

Retirado desde septiembre del 2013 y tras convertirse en enero pasado, en el primer jugador en ser elegido de forma unánime al Salón de la Fama de Cooperstown, Rivera volvió a exhibir su dominante recta cortada, también estuvo a la defensa en el jardín central y a la ofensiva conectó un jonrón de piernas.

Desde el montículo, el derecho de 49 años sacó un rodado inofensivo a sus manos para “doble play” al legendario Paul O’Neil y en un video se ve al venezolano Luis Sojo pidiéndole entre risas a Rivera que se lo tome con calma que es un partido amistoso.

En su turno al bate, “Mo” le sacudió un lanzamiento a Scott Kamieniecki, la línea estalló de imparable entre el jardín central y derecho, y se internó en lo más profundo del campo, para que Rivera recorriera todas las almohadillas.

De jardinero central atrapó sin problemas un elevado y después del partido confesó que era una posición en la que siempre soñó jugar.

“Siempre le dije a Joe Torre que debería haberme puesto en el jardín central”, dijo Rivera. “Le pedí: Joe, puedes colocarme en la octava entrada, luego regresaré y lanzaré la novena. Estaré listo para eso. Pero él no quería hacerlo”, agregó Mariano, quien el domingo 21 de julio será exaltado oficialmente al Salón de la Fama de Cooperstown.