Real Madrid: falta de gol y la ausencia de un futbolista referente
Siempre en el alambre, el Real Madrid cerró con un sentimiento de inferioridad ante el Manchester City una Liga de Campeones en la que nunca estuvo a la altura de los aspirantes al título a los que se enfrentó, regresando al pasado en la ronda en la que más eliminaciones ha sufrido, unos octavos de final donde estuvo anclado hasta cinco años hace justo una década.
Nadie en el club quiere echar la vista atrás y recordar aquellos años negros en competición europea, anclados en una ronda impropia para el equipo que domina una competición de la magnitud de la Liga de Campeones. La realidad aleja la poderosa imagen del equipo intocable que conquistó tres ediciones consecutivas, cuatro en cinco años de dominio incontestable, y acerca las dudas e impotencia de aquel que creó una barrera insuperable en octavos de final.
Del batacazo de la pasada edición en el Santiago Bernabéu ante el Ajax a la bofetada de realidad del presente, asestada por un Manchester City superior en los dos partidos de una eliminatoria en la que el Real Madrid fue víctima de sus graves errores pero, además, expuso sus problemas en la falta de gol y la ausencia de un futbolista referente de área que acompañe a Karim Benzema.
El adiós en el primer cruce de la competición no fue más que una continuidad de una imagen mostrada en una Liga de Campeones que debe hacer reflexionar desde las altas esferas a los futbolistas pasando por el cuerpo técnico. El Real Madrid caminó por el alambre, hasta llegó a asomarse en la fase de grupos al abismo de caer a la Liga Europa que habría sido un golpe de desprestigio para el rey de la competición.
El intento de regreso al trono no lo pudo comenzar peor. El PSG mostró las credenciales de aspirante pasando por encima al Real Madrid el 18 de septiembre en París. Era la revancha del argentino Ángel di María, autor de un doblete con una exhibición ante un equipo desarticulado y sin respuesta. El 3-0, también sin Sergio Ramos en el campo, fue un serio aviso que condicionó la fase de grupos.
Porque lejos de reaccionar en el Santiago Bernabéu, el equipo de Zinedine Zidane alimentó las dudas ante el Brujas. Se marchaba dos goles abajo al descanso, con la grada increpando a Thibaut Courtois en su momento de mayor duda desde su llegada. El Real Madrid tiró por tierra la reconstrucción en duelos grandes de Liga. Había superado el Sánchez Pizjuán y el Wanda Metropolitano. Un equipo menor dentro de la Liga de Campeones le puso al borde del precipicio, ya con James y Bale en la grada en un gesto que no hacía augurar nada bueno del curso. Sergio Ramos levantaba al equipo y Casemiro salvaba un punto a cuatro minutos del final.
Obligado a ganar acudió el Real Madrid a Estambul. La primera 'final' de la temporada y en el Ali Sami Yen recuperó la calma firmando un triunfo balsámico. Un gol de Toni Kroos dio por finalizada a una racha de ocho meses sin vencer en Liga de Campeones. Era el 22 de octubre, una fecha importante para Courtois que se sintió importante. Fue decisivo y pese a la falta de brillo, los jugadores silenciaron la crítica que llovía sobre Zidane.
La competición siguió con el mismo partido en el Bernabéu y el Real Madrid se desquitó con su mayor goleada. Seis tantos y una noche inolvidable para el brasileño Rodrygo. Su primera titularidad en 'Champions' la celebró con un triplete en la noche más plácida. Debía tener continuidad ante el PSG pero el recital de autoridad no tuvo premio.
El encuentro que marcó la temporada del belga Eden Hazard, lesionado por una durísima entrada de su compatriota Meunier, se dejó escapar en los nueve últimos minutos tras un doblete de Benzema. La reacción del PSG llegó tras un error inexplicable de Varane, como los dos cometidos en el Etihad que sentenciaron la eliminatoria de octavos ante el City. Despejó contra el cuerpo de Courtois y el balón le quedó muerto a Mbappé, que marcó a puerta vacía. Pablo Sarabia dejaba el empate a dos definitivo y al Real Madrid segundo de grupo.
De nada serviría el triunfo en casa del Brujas (1-3) para evitar que el destino pusiese al poderoso Manchester City en el camino. Pep Guardiola saldó cuentas pendientes del pasado y fue superior en los dos encuentros con planteamientos tácticos distintos que siempre superaron al Real Madrid de Zidane. Sin respuesta y cayendo con justicia por el mismo resultado, 2-1, en ambos encuentros para cerrar una Liga de Campeones repleta de irregularidad que impulsa un tiempo de reflexión en el club blanco.