Doña Candela

¿Qué vuelve locas a las mamis? N.° 3:

¡Hey! El precalentamiento no solo es sobadera y chupa-chupa. Las palabras y el juego psicológico también son muy efectivos. O sea, antes de ir a la cama, a la mami la arrecha que le digan cositas románticas y dulces al oído, algunas nos gustan palabritas fuertes, pero no vulgares y suciedades, aunque cuando ya estamos enyardadas, a unas, no a todas, nos encantan cositas sucias como: Mami, todo esto es tuyo; muévelo, muévelo y tú eres mi pe..., así suavecito. No descarten las palabras como parte del precalentamiento y el inicio del juego amatorio que estimula el apetito sexual a tal punto que hay mamis que ya vamos mojaditas, con el pepón madurito, palpitando, pidiendo solito que lo rellenen como la empanada, con la carne bien apretadita. El oído es un órgano muy erótico que necesita no solo que le den lengua, también quiere palabritas. Chau.