Agachate y veras

Por: -

Agachate y veras

Durante años tuve un amigo de juventud que nunca oculta las gamas que me tenía. Y abusó de mi confianza para confesarme que quería comerme toda... Yo no le hacía caso y hasta me reía de él porque le decía que no era mi tipo. Y es cierto. Soy morena y salsosa y él es un “man” cholo. Él pasó de los piropos a las amenazas y me decía que algún día sería de él. No podíamos ser una pareja más dispareja. Con el tiempo y de tanto insistir le comencé a ver las ventajas y las cualidades a mi cholo futuro papá de mis comearroces. Me regalaba rosas, perfumes y panties.

Me resolvió

Un día estaba yo de malas porque me habían robado la quincena y estaba más que limpia. Entonces Mauricio, así se llama mi amor, me regaló 100 palos y solo me dijo que eran para que me ayudara por lo del robo. No me pidió nada, no me insinuó nada ni se puso rambulero, solo me dio el dinero y no lo volví a ver. La verdad que ese gesto me dio duro porque ninguno de mis dizque amigos o amigas me dijo nada y menos me dieron nada. Hasta el “man” que me cogía de vez en cuando no hizo nada tampoco. Yo no soy de pedir.

Me invitó unas frías

Al mes, y por casualidad, me topé a mi cholo en una parada de buses y comenzamos a saludarnos muy cariñosamente. Ya era de tarde, a la salida del trabajo y encima era viernes, me invitó a unas birras bien frías y pensé "por qué no". Tomamos, bailoteamos y cuando sentí calor en el motor de arranque lo comencé a rochar y dejé que me besara.

Mi marido

Ese “man” me tenía unas ganas enormes y me aproveché dejando que me diera placer a cambio de satisfacerlo. Nos desnudamos y comenzó el puro sexo. El “man” me sorprendió con un semejante pene que me atracó con las piernas abiertas y me puso a temblar. Nos dimos duro toda la noche. Ya me dolían los ovarios de tanto tuco y taco, pero estaba feliz y sigo muy feliz con mi marido Cholondrón.

Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.