Aventura gay

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Aventura gay

De siempre me gustaban las mujeres y de hecho fui muy cogedor de hembras. No tenía límites con ellas por ser bien parecido y mejor dotado. Lo que me hizo un amante perfecto. Hembra que me gustaba, hembra que se lo guardaba. Estuve muchas veces involucrado en líos de faldas. Las divas me peleaban, algunas se daban de puños y se jalaban los moños, todo para que yo las favoreciera cogiéndomelas. Soy de los que agarraba a una hembra y le daba nabo hasta que me cabreaba. Era como un enculamiento total, me gustaba una hembra por culona o por tener buen cuerpo. Eso sí, siempre me llevé a la cama a la más bonita. De feas, nada que ver.

Adicta a la paja

Una vez me llevé a una chica muy linda que la trabé apenas la encueré, pero, a pesar de que le di hasta que se me puso rojo y me ardía, la hembra no se venía. Paré y le pregunté por qué no se venía, y ella me respondió que necesitaba que la masturbara porque ella era una pajiza, adicta a la paja. No se podía correr si no la pajeaba con todo. Así fue, se la froté duro y se vino varias veces, me sorprendió porque cuando la penetré con mi Magnun 10'' la hembra se volvió a venir. Me explicó que ella no tenía relaciones muy frecuentes, así que cuando se cogía a alguien, se venía muchas veces por la arrechera acumulada.

Perdí mi virginidad

Todas esas perrerías fueron afectándome a tal punto que ya no me entusiasmaban las motas. Poco a poco me atraían los penes. Mi destape fue en una playa, donde acudí a una fiesta en la que había de todo. Incluido unos travestis. Uno de ellos era una hembra, solo cuando hablaba se daba uno cuenta de que era otro hombre. Por lo demás, tenía tetas grandes y un nalgatorio enorme. Todo fue muy rápido y me arreché casi apenas lo vi. En esa madrugada buscamos un cuarto vacío en la enorme mansión de playa, ahí perdí mi virginidad porque después que le di, ella muy gentilmente me penetró con un rabo más poderoso que el mío.

Descubrí lo mío

Ver a esa mujer con pene me excitó y puso mi cabeza a mil por hora. El tipo me hizo venirme bien delicioso. Descubrí que lo mío eran los chicos. Luego de los años sigo siendo bisexual, porque me encanta la variedad, pero lo que me parte el trasero es dárselo a un “man”.

Respuesta

Es muy común que a los “manes” les pase lo que a ti, que se cansan de las rajas y quieren dar el chiquito para que se los rajen. Tranquilo, el bisex está de moda. Chau.

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