Chiquitita

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Chiquitita

Soy pequeñita y todo lo tengo minúsculo, en la boca no me caben dos dedos juntos. De ambiciosa me conseguí un marido enorme para mí, lo tiene todo grande. Ya le he dado todo, y aunque no me gusta porque lo siento grotesco, le hago su “blow job”. Él me pide que le dé lo último que me queda virgen, pero estoy casi segura de que su miembro no cabe ahí.

Respuesta

Mamita, tú te lo buscaste, ahora tienes que aguantar como macha, ese “man” te quiere enyardar y verte empalada en su masculinidad, pasearte como la bandera de Carnaval en Las Tablas. Lo que te espera es tan rico, no seas cobarde que después de la sangre viene el éxtasis. Chau.

Loco por ella

Estoy enamorado de mi mujer hasta la obsesión, ella tiene un cuerpo de hembra espectacular, senos grandes, una cinturita de quinceañera, sus piernas atléticas sin exagerar y su "ito", paradito como el de una avispa, pero Caty, cuando se abre para recibirme es lo más bello, carne blanca y rosada con un penacho de pelos negros.

Respuesta:

¿No exageras? Acuérdate de que el amor es ciego, a ti te parece todo eso porque la amas. Trata de moderarte, todo en exceso no es bueno, solo baja la velocidad, pues así de repente puedes aburrirte del mismo menú y buscarte una perra de porquería para variar. Chau.

No sé qué pasó

Entre mi marido y yo todo ha ido muy bien, tenemos hijos y somos felices, o al menos eso creía yo, en estos días logré escuchar unos chats en su celular que me dejaron fría. Él le contaba a un amigo lo que hacía en la cama a unas mujeres con las que se acuesta. ¿En qué fallé, Caty?

Respuesta

Tú no has fallado en nada, es él quien te ha faltado a tu confianza y tu amor. Muchos hombres necesitan, en su mente machista, tener amoríos callejeros, pero respetan a la de la casa y a sus hijos. Al parecer, esas solo son perrerías. Tienes dos opciones: no le dices nada y te haces la digna, o lo encaras e inicias la guerra. Tú decides. Chau.

Partida doble

Soy una chica universitaria muy bonita y los levantes me sobran, soy bailadora y chupo de todo, pero en este caso hablo de guaro, digo, chupo hasta perder los sentidos, y ahí está el detalle, una de esas noche me llevé a dos sementales a la cama y les hice de todo, y ellos me hicieron todo multiplicado por dos, ¿entiendes? Ahora no los puedo mirar a la cara que se me cae de vergüenza porque no dejamos nada sin probar del menú.

Respuesta

A lo hecho pecho, tú te portaste como una zorra, pero ellos también son unos putos cogedores, entre bandidos no hay vergüenza porque todos son lo mismo. No tienes de qué avergonzarte, cogiste como quisiste y tuviste el valor de realizar el sueño de muchas mujeres. Chau.

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