Me entrego toda

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Me entrego toda

Tengo la mala maña de entregarme toda a los hombres, ellos son mi debilidad, me derrito en los brazos de un macho y me abro en dos ante un pene grande y grueso. Ninguna mujer se puede burlar de mi porque no hay mujer en esta tierra que no le guste un rabo duro y firme entre sus piernas. Esa es mi perdición porque no me niego ningún gusto por muy sucio que parezca a las neófitas. Javier me conoció en la fila de caja de un supermercado y de inmediato hicimos buenos amigos.

Momento de la verdad

Así mismo fue en la cama nos comenzamos a besar y caímos en manso rochin, no nos habíamos quitado la ropa y yo estaba con el panty empapado como recién lavado. El tenía una erección tan firme y dura que se hizo una tolda en su pantalón. Lo cogimos despacito y de a poco nos fuimos encuerando hasta que llegamos al momento de la verdad. Me abrió las piernas con mucha delicadeza y mi vagina quedó expuesta a la luz, dejando ver toda su húmeda grandeza. La tengo bien grandota y gorda lo que impresiona a los “manes”.

Comió y se fue

Él se quedó boquiabierto y su miembro se puso más rígido. Entonces me penetró despacio, pero con muchas ganas. Las preliminares llevaron hasta lo más caliente del puro sexo. Nos hicimos uno solo hasta que tuvimos varios orgasmos. No paramos y buscamos nuevos horizontes sexuales que nos regalaron más orgasmos. Lo triste es que después del puro sexo el chico simplemente se desapareció. Me consta que le gustó y creo que se repitió la historia que por andar de facilita los “manes” no me aprecian ni respetan.

Respuesta

Lo que se regala no se le da valor. Siempre hay que poner interés de por medio, es decir, no te regales. Debes hacerte la interesada. El amor no es solo palabras y declaraciones de amor de boca solamente, se trata de darle valor a las cosas. El amor se demuestra y prueba con hechos.

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