Una porquería más

Una porquería más

Con mi novio me acostumbré a toda clase de guarradas en la cama, él es muy inventor y siempre se inventa una pose nueva en la que tengo que abrir las piernas hasta que casi se me desgarra la mazorca. Se ha pegado a chupar mi frijolito por horas hasta que hizo que me creciera de tanto succionarlo. En realidad soy muy pasiva, así que dejo que haga como quiera de todas maneras a mí me gusta y lo mantengo ocupado porque soy algo celosa.

El beso negro

He tenido varios compañeros de cama, pero con este aprendí de todo hasta el beso negro. Le encanta porque soy una mujer blanca y mis partes íntimas son “pink”, mis pezones son muy sobresalientes, niples les llaman los americanos, y mis tetas son blancas y enormes, parezco vaca lechera. O sea que solo mis bubies son todo un espectáculo capaz de poner de pie a cualquier miembro masculino. No tengo muchas nachas, pero mi novio me dice que así es mejor porque todo lo tiene accesible, él no lo tiene muy grande, como 7 pulgadas, aunque muy grueso, que es lo que me gusta porque me llena toda mi peluchita.

Cuando me corro, me lo entallo.

Él es la medida perfecta que me hace tener varios orgasmos. Si me sigo moviendo, sigo corriéndome, uno detrás del otro, es una locura. Eso es lo que llaman orgasmos múltiples, los conocí con él. Estamos pensando en ponernos serios y tal vez hasta casarnos. Donde hay buen sexo tiene que haber una buena relación.

Consejo

Dos cosas. Primero, no hay que confundir buen sexo con amor, ese es un error muy común de las parejas. Lo que están es enculados, atrapados por la lujuria de la novedad. Todo eso pasa y se olvida y si no hay amor, ahí acabó todo. De todo de lo que hablas es de cogedera, pero no dices si te respeta, te da tu lugar, te trata como su reina. Si es detallista más allá de la cama. Piénsalo mejor y dale tiempo al tiempo... Segundo, los orgasmos múltiples son logrados por algunas mujeres, aunque en realidad todas podemos alcanzarlos, se trata de conocer nuestro cuerpo y cuando en qué momento tomamos control de los orgasmos, con un movimiento o pose especial que nos lleva a los orgasmos uno detrás del otro. Chau.