- 17/10/13 - 11:21 PM
El rock psicodélico de Tame Impala conquista la capital mundial de la samba
Río de Janeiro
EFE
El rock psicodélico de la banda australiana Tame Impala conquistó hoy a los brasileños en pleno centro de Río de Janeiro, la capital mundial de la samba.
La música de la banda de surfistas hippies de Perth (Australia) demostró su carácter internacional ante 2.000 personas que se reunieron en el Circo Voador, uno de los centros culturales más activos de esta ciudad brasileña, localizado en el bohemio y animado barrio de Lapa.
Una noche de jueves tras un día de lluvia que mantuvo a los cariocas alejados de la playa fue el contexto ideal para un espectáculo de rock psicodélico, estilo musical que permite reunir a rockeros de espíritu con aficionados a hipster que quieren demostrar que están al día y a la altura.
En la cola para entrar al recinto se pudieron ver muchas barbas largas y bigotes pronunciados. Adentro no había ni un no-alternativo. Todos usaban trapos modernos colocados a modo de vestimenta, empezando por los miembros de la banda de Perth, que parecen salidos de un naufragio en las costas australianas.
Con todo, modernos y rockeros llenaron el recinto para asistir al concierto de este grupo que ha conseguido girar por todo el mundo en apenas cinco años y con solo dos discos bajo el brazo, "Innerspeaker" (2010) y "Lonerism" (2012), considerado uno de los mejores del pasado año. Con ellos, la banda emprendió un ascenso tan veloz como el antílope africano al que homenajean en su nombre.
La psicodelia, sonido sucio de potentes melodías poperas que remiten al verano eterno, les ha llevado hasta donde están, con el músico Kevin Parker a la cabeza como relajado director de orquesta, con su aire de surfista hippy australiano, melena despeinada y descalzo sobre el escenario.
Con un impresionante audiovisual de fondo que no cesó en todo el concierto, el espectáculo comenzó con "Endors toi" y a partir de entonces nadie consiguió permanecer quieto en el Circo Voador.
Le siguieron temas como "Solitude is a bliss", "Alter Ego" o "Its not mean to be". Después llegó "Half full glass of wine", que el público demostró conocer muy bien y que coreó junto a los músicos, a los que animaron con gritos de "Tame Impala, Tame Impala" con un acento portugués inequívoco.
Al final, cuando volvieron para el bis, se despidieron con "Feels like we only go backwards", su gran éxito y que nadie dudaba que tocarían.
Los Tame Impala aún tuvieron tiempo de tocar otra música en Río antes de pensar en Santiago de Chile, dónde tienen programado su próximo concierto: "Nothing that has happened so far has been anything we could control" puso el punto final a la noche en la que el rock psicodélico se hizo un lugar, por lo menos durante un par de horas, en la capital mundial de la samba.
EFE
El rock psicodélico de la banda australiana Tame Impala conquistó hoy a los brasileños en pleno centro de Río de Janeiro, la capital mundial de la samba.
La música de la banda de surfistas hippies de Perth (Australia) demostró su carácter internacional ante 2.000 personas que se reunieron en el Circo Voador, uno de los centros culturales más activos de esta ciudad brasileña, localizado en el bohemio y animado barrio de Lapa.
Una noche de jueves tras un día de lluvia que mantuvo a los cariocas alejados de la playa fue el contexto ideal para un espectáculo de rock psicodélico, estilo musical que permite reunir a rockeros de espíritu con aficionados a hipster que quieren demostrar que están al día y a la altura.
En la cola para entrar al recinto se pudieron ver muchas barbas largas y bigotes pronunciados. Adentro no había ni un no-alternativo. Todos usaban trapos modernos colocados a modo de vestimenta, empezando por los miembros de la banda de Perth, que parecen salidos de un naufragio en las costas australianas.
Con todo, modernos y rockeros llenaron el recinto para asistir al concierto de este grupo que ha conseguido girar por todo el mundo en apenas cinco años y con solo dos discos bajo el brazo, "Innerspeaker" (2010) y "Lonerism" (2012), considerado uno de los mejores del pasado año. Con ellos, la banda emprendió un ascenso tan veloz como el antílope africano al que homenajean en su nombre.
La psicodelia, sonido sucio de potentes melodías poperas que remiten al verano eterno, les ha llevado hasta donde están, con el músico Kevin Parker a la cabeza como relajado director de orquesta, con su aire de surfista hippy australiano, melena despeinada y descalzo sobre el escenario.
Con un impresionante audiovisual de fondo que no cesó en todo el concierto, el espectáculo comenzó con "Endors toi" y a partir de entonces nadie consiguió permanecer quieto en el Circo Voador.
Le siguieron temas como "Solitude is a bliss", "Alter Ego" o "Its not mean to be". Después llegó "Half full glass of wine", que el público demostró conocer muy bien y que coreó junto a los músicos, a los que animaron con gritos de "Tame Impala, Tame Impala" con un acento portugués inequívoco.
Al final, cuando volvieron para el bis, se despidieron con "Feels like we only go backwards", su gran éxito y que nadie dudaba que tocarían.
Los Tame Impala aún tuvieron tiempo de tocar otra música en Río antes de pensar en Santiago de Chile, dónde tienen programado su próximo concierto: "Nothing that has happened so far has been anything we could control" puso el punto final a la noche en la que el rock psicodélico se hizo un lugar, por lo menos durante un par de horas, en la capital mundial de la samba.