Golazo - 29/5/14 - 11:14 PM

‘Bolillo’, tiempo al tiempo

Hernán Darío “El Bolillo” Gómez está de moda. Y como toda moda deberá reinventarse, adaptarse a las circunstancias y a las necesidades que se le presenten en

Twitter: @RobertoAcuna14 Twitter: @RobertoAcuna14

Hernán Darío “El Bolillo” Gómez está de moda. Y como toda moda deberá reinventarse, adaptarse a las circunstancias y a las necesidades que se le presenten en el camino para mantener su vigencia y el alto porcentaje de popularidad entre la afición panameña.

Su capacidad como estratega y su conocimiento en materia de fútbol están fuera de discusión. Su primera convocatoria levantó algunas críticas (especialmente en las redes sociales) y también alabanzas que, a mi modo de ver, resultan exageradamente prematuras. Incluso, considero que lo que suceda en los venideros duelos ante Serbia y Brasil no nos proporcionará información “realista” sobre lo que podría deparar a corto, mediano y largo plazo su proceso, que rogamos y esperamos tenga un final de cuentos de hadas. Sus preocupaciones con miras a encarar estos duelos (poco tiempo de preparación y jugadores que vienen de vacacionar) me parecen válidas y el que haya utilizado para estos choques la “base” del proceso anterior me resulta una decisión sabia. Hay que darle tiempo al tiempo, hay que dejarlo trabajar, adaptarse y empaparse bien de nuestro fútbol. Ya llegará el momento en que habrá los suficientes elementos de juicio para criticar o ensalzar su labor.

Por ahora, recomiendo contemplar el panorama con tranquilidad, sin sobresaltos. No hay que caer en la crítica enfermiza ni en la adulación de la que echan mano quienes quieren “congraciarse” con el director técnico colombiano.

“El Bolillo” le hizo “justicia” a Nicolás Muñoz al convocarlo. Claro que el goleador del Isidro Metapán de El Salvador se merecía la oportunidad, pero es Muñoz quien con su desempeño dentro del terreno de juego deberá justificar su presencia en la Roja y confirmar si en verdad Julio Dely se equivocó al no tomarlo en cuenta. Si no hace el trabajo, entonces ya sabremos quién tenía la razón.

Es normal que la contratación de un estratega con cuatro mundiales al hombro cree altas expectativas, pero siempre debemos procurar mantener los pies sobre la tierra, lo cual —aclaro— tampoco quiere decir que dejemos de soñar.


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