Golazo - 16/12/13 - 10:18 AM
CR-7 medita asistir a la entrega del Balón de Oro
Cristiano Ronaldo medita si asistir dentro de un mes a la Gala del Balón de Oro. Termina pletórico el que puede que haya sido su año más memorable, lo que le ha sido reconocido de forma generalizada. Pero no está claro que en Zurich, donde se otorga rango oficial al mejor del mundo, vaya a ser suficiente.
Madrid / EFE.
Cristiano Ronaldo medita si asistir dentro de un mes a la Gala del Balón de Oro. Termina pletórico el que puede que haya sido su año más memorable, lo que le ha sido reconocido de forma generalizada. Pero no está claro que en Zurich, donde se otorga rango oficial al mejor del mundo, vaya a ser suficiente.
Los argumentos de Cristiano son imposibles de rebatir. Desde el 1 de enero ha marcado casi 70 goles, su influencia en el juego tanto del Real Madrid como de la selección de Portugal es descomunal, y su rendimiento durante el año ha sido altísimo.
No obstante, la posibilidad de que la ceremonia del 13 de enero sea una réplica de las últimas es factible, con Leo Messi recogiendo el trofeo y Ronaldo, tres veces segundo tras el argentino, observando la escena. Una hipótesis que el portugués contempla con desagrado.
El problema de Cristiano Ronaldo, una vez más, no son sus números, sino Messi. El argentino, Balón de Oro las cuatro ediciones anteriores, ha sumado casi veinte goles menos que Cristiano en el 2013. Sin embargo, este año Leo Messi no ha sido el de otros y lo acaba lesionado.
A su favor Messi presenta el título de Liga ganado con el Barcelona, al que contribuyó con la escandalosa cifra de 46 goles, y la inercia de los ganadores. El Real Madrid solo logró un éxito menor, la Supercopa de España. Hay más obstáculos para Cristiano: Franck Ribery, pocos goles pero cuatro títulos con el equipo del año, el Bayern de Munich. Y la tendencia a juzgar al portugués con variables ajenas al juego. Esas que escenifica en público el presidente de la FIFA.
El mejor año de Ronaldo coincidió con el final del periodo de José Mourinho en el Real Madrid. En el ámbito deportivo el 2013 de Mourinho fue pobre, aunque reivindicó como un logro haber alcanzado éste y los dos años anteriores las semifinales de la Champions. La Liga se escapó desde muy pronto y el equipo perdió la final de la Copa del Rey en su estadio, ante el Atlético de Madrid y en la prórroga. También dejó como legado varios incendios, alguno aún activo.
Cristiano Ronaldo medita si asistir dentro de un mes a la Gala del Balón de Oro. Termina pletórico el que puede que haya sido su año más memorable, lo que le ha sido reconocido de forma generalizada. Pero no está claro que en Zurich, donde se otorga rango oficial al mejor del mundo, vaya a ser suficiente.
Los argumentos de Cristiano son imposibles de rebatir. Desde el 1 de enero ha marcado casi 70 goles, su influencia en el juego tanto del Real Madrid como de la selección de Portugal es descomunal, y su rendimiento durante el año ha sido altísimo.
No obstante, la posibilidad de que la ceremonia del 13 de enero sea una réplica de las últimas es factible, con Leo Messi recogiendo el trofeo y Ronaldo, tres veces segundo tras el argentino, observando la escena. Una hipótesis que el portugués contempla con desagrado.
El problema de Cristiano Ronaldo, una vez más, no son sus números, sino Messi. El argentino, Balón de Oro las cuatro ediciones anteriores, ha sumado casi veinte goles menos que Cristiano en el 2013. Sin embargo, este año Leo Messi no ha sido el de otros y lo acaba lesionado.
A su favor Messi presenta el título de Liga ganado con el Barcelona, al que contribuyó con la escandalosa cifra de 46 goles, y la inercia de los ganadores. El Real Madrid solo logró un éxito menor, la Supercopa de España. Hay más obstáculos para Cristiano: Franck Ribery, pocos goles pero cuatro títulos con el equipo del año, el Bayern de Munich. Y la tendencia a juzgar al portugués con variables ajenas al juego. Esas que escenifica en público el presidente de la FIFA.
El mejor año de Ronaldo coincidió con el final del periodo de José Mourinho en el Real Madrid. En el ámbito deportivo el 2013 de Mourinho fue pobre, aunque reivindicó como un logro haber alcanzado éste y los dos años anteriores las semifinales de la Champions. La Liga se escapó desde muy pronto y el equipo perdió la final de la Copa del Rey en su estadio, ante el Atlético de Madrid y en la prórroga. También dejó como legado varios incendios, alguno aún activo.