Geiger, hampón; Fepafut, ¿miedo?
Por: Roberto Acuña N. / @RobertoAcuna14 -
Por regla general, en el sistema de justicia estadounidense, los jueces suelen ser consistentes en sus criterios a la hora de aplicar la ley, pero al árbitro Mark Geiger parece que no le agradan esas “pendejadas” y prefiere actuar al estilo de los antiguos gánsteres norteamericanos, como Al Capone, es decir, sin orden ni ley.
A Geiger, matemático de profesión, le fallaron los cálculos y se mostró estúpidamente descarado y desacertado a la hora de aplicar el reglamento. Nunca midió con la misma vara a panameños y mexicanos.
Aquel golpe artero que le propinó Carlos Vela a Aníbal Godoy, con toda alevosía, “sin balón en juego” y de manera premeditada, Geiger se limitó a sancionarlo con amarilla, cuando merecía la expulsión; pero este árbitro no dudó ningún instante en sacar la roja a “Matador” Tejada por una dudosa agresión del panameño al defensor mexicano Maza Rodríguez, en “jugada de balón dividido”. Este episodio abrió el abanico de sospechas para lo que vendría después: un robo vulgar y descarado, a cuchillo limpio.
Los arrestos de los directivos de la Concacaf en territorio suizo, debido a las investigaciones del FBI, no hicieron más que confirmar las sospechas de sobornos, compra de conciencias y lavado de dinero al que se dedicaba un grupo de sinvergüenzas.
Arrestados Jeffrey Webb, expresidente de la Concacaf (pagó fianza de 10 millones), y otros directivos corruptos, todo parecía indicar que los “nuevos ejecutivos”, encabezados por el hondureño Alfredo Hawit, tomarían las medidas pertinentes para darle un rumbo diferente a esta mal vista organización, pero lo sucedido la noche del miércoles en el Georgia Dome, en Atlanta, nos confirma que, aunque las caras son diferentes, los métodos de tortura y promoción de la corrupción dentro de la Concacaf siguen siendo los mismos.
Pero lo más patético de todo es la reacción fría, calculada, casi temerosa, de la dirigencia de la Federación Panameña de Fútbol (Fepafut), que tomó el camino más fácil, atacar a la comisión arbitral de la Concacaf, cuyos miembros se sabe son títeres de la alta directiva. Esperaba una posición más vertical, más valiente de la Fepafut. Y no tuits ni palabras frías. Más duros fueron a la hora de “condenar” un título de “Crítica”, y eso que aquí no le robamos a la “sele”.