Julio quedó en deuda
El técnico de la selección panameña de fútbol, Julio César Dely Valdés, dio la cara a medias. Cuando todo el país esperaba respuestas a más de un millar de interrogantes que tenían en lista, "El Panagol" se disculpó y no le dio la gana de contestar preguntas.
Redacción / Crítica
El técnico de la selección panameña de fútbol, Julio César Dely Valdés, dio la cara a medias. Cuando todo el país esperaba respuestas a más de un millar de interrogantes que tenían en lista, "El Panagol" se disculpó y no le dio la gana de contestar preguntas.
Y es que si Julio tenía el corazón partido, no era el único. Él sabia del riesgo que corría al asumir el puesto de entrenador de la Roja y, aunque fuese muy difícil, debió estar preparado para poner el pecho ante las balas, porque sabía que eso era lo que recibiría, pero eran necesarias, porque él se debe a todo Panamá.
Lo que pasó anoche ante los Estados Unidos fue propiciado por la mala estrategia en el tramo final del partido, del seleccionador canalero quien no supo ordenar a su equipo y tapar los espacios al equipo rival. Un error que hizo llorar a todo un país.
El bolero al repechaje se tenía en las manos y se dejó escapar como arena entre los dedos. Hoy todo Panamá amanece con luto en su corazón, y tiene que conformarse con las disculpas de Julio.
El técnico de la selección panameña de fútbol, Julio César Dely Valdés, dio la cara a medias. Cuando todo el país esperaba respuestas a más de un millar de interrogantes que tenían en lista, "El Panagol" se disculpó y no le dio la gana de contestar preguntas.
Y es que si Julio tenía el corazón partido, no era el único. Él sabia del riesgo que corría al asumir el puesto de entrenador de la Roja y, aunque fuese muy difícil, debió estar preparado para poner el pecho ante las balas, porque sabía que eso era lo que recibiría, pero eran necesarias, porque él se debe a todo Panamá.
Lo que pasó anoche ante los Estados Unidos fue propiciado por la mala estrategia en el tramo final del partido, del seleccionador canalero quien no supo ordenar a su equipo y tapar los espacios al equipo rival. Un error que hizo llorar a todo un país.
El bolero al repechaje se tenía en las manos y se dejó escapar como arena entre los dedos. Hoy todo Panamá amanece con luto en su corazón, y tiene que conformarse con las disculpas de Julio.