Golazo - 13/3/14 - 12:35 AM

La otra cara del campeón

Aparte de brillar en el deporte, el supermonarca gallo de la AMB, Anselmo Moreno, goza de una vida familiar placentera junto a su esposa e hijos.

Por: - Jueves 13 de Marzo de 2014 12:35 AM

Joel Isaac González / Joel Isaac González

Aparte de brillar en el deporte, el supermonarca gallo de la AMB, Anselmo Moreno, goza de una vida familiar placentera junto a su esposa e hijos.

No todo es entrenamiento para el supercampeón mundial gallo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Anselmo “Chemito” Moreno.

Luego de prácticas rigurosas que incluyen carretera, pesas y gimnasio, “Chemito” Moreno siempre saca tiempo para dedicarlo a su familia.

De acuerdo con la esposa del monarca universal de las 118 libras, Rouss Laguna, lo primero que hace “Chemito” Moreno es jugar con sus hijos Rocco Christiano y Anselmo Ismael.

“Él (Chemito) se instala en su recámara y mientras descansa y ve televisión, les dedica tiempo a sus hijos”, relata Laguna de Moreno.

A Rouss le fascina el rol de padre que ejerce su esposo.

“Me fascina verlo en su rol de padre. El lunes casualmente llevó a su hijo Chemitín” a su primer día de escuela, a pesar de que se levanta a las 4:00 a.m. a correr. También estuvo a las 11 para retirarlo. Es un superpadre y los niños lo quieren mucho”, comentó.

Esposa

Pero no solo “Chemito” Moreno cumple como padre, sino también como esposo, según confiesa Laguna de Moreno.

“Ha sido una relación exitosa de cuatro años. Le brindo el apoyo total porque él hace el trabajo duro, que es entrenar fuerte para cada uno de sus compromisos. Tratamos de darle todo el cariño y comprensión para que esté lo más tranquilo mentalmente”, agregó.

En lo que respecta al trabajo administrativo de las peleas, en el que ella está a cargo, muchas veces es el campeón quien la aconseja en momentos difíciles.

Agenda libre

Cuando no hay combate en agenda para “Chemito” Moreno, este le dedica mucho más tiempo a su familia.

“Tenemos nuestro tiempo para pasear juntos. Por lo general, ya se ha convertido en una tradición, después de cada pelea, viajamos al exterior”, declaró Rouss.