La Roja no caminó sola en Tegucigalpa
No eran muchos los panameños en el estadio Tiburcio Carías Andino, pero la Selección de Fútbol de Panamá sintió el cariño de su afición que viajó para
No eran muchos los panameños en el estadio Tiburcio Carías Andino, pero la Selección de Fútbol de Panamá sintió el cariño de su afición que viajó para acompañarla en su partido contra Honduras.
El momento álgido del encuentro se vivió en el minuto 90+1 cuando el juvenil Roberto Chen entró al área como un delantero, sin que nadie advirtiera su presencia y remató ese balón que le permitió a Panamá sacar a México de la zona de clasificación.
En ese instante, las 30,000 almas hondureñas en el coliseo sintieron el frío de la decepción porque se había retrasado la compra del boleto para Brasil y se encendió el rojo de la pasión panameña que gritó como furia ese gol que hace soñar con llegar al primer Mundial.
Es cierto, eran pocos los panameños en el estadio, pero la selección de Panamá no caminó sola en el Tiburcio Carías Andino porque los fanáticos pintaron de rojo el coliseo catracho.