Golazo - 14/5/14 - 09:00 PM

LPF: seguridad ante todo

Bien reza el dicho: es mejor prevenir que lamentar. Aquello es indudable. En ocasiones, se comete el error de no valorar objetivamente determinadas circunstancias, se peca de

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Bien reza el dicho: es mejor prevenir que lamentar. Aquello es indudable. En ocasiones, se comete el error de no valorar objetivamente determinadas circunstancias, se peca de exceso de confianza y, en consecuencia, se cae en el error de menospreciar, o no querer ver o prever, el peligro.

Digo esto porque antes de montar un espectáculo deportivo, de cualquier índole, la lógica impone que primero se debe pensar en la seguridad de los aficionados, de los jugadores, de los árbitros y de todo aquel que directa o indirectamente esté involucrado. Por lo menos, previo al encuentro de semifinal entre Chorrillo y Plaza Amador, la liga (léase LPF) había anunciado “seguridad garantizada” en el Maracaná. Nada más lejos de la realidad.

La noche del sábado, en el nuevo estadio del barrio mártir, gracias al cielo la situación no pasó a mayores. Es cierto que gran parte de la afición (y esto incluye a chorrilleros y placinos) se comportó a la altura, pero hubo un grupo de “hinchas” que simplemente hicieron lo que les dio la gana: algunos tiraron objetos a la cancha, con la malsana intención de impactar a un jugador del elenco rival, y otros invadieron alegremente el terreno de juego sin que nadie ni nada se los impidiera. Esto obligó al árbitro a detener el encuentro y exigir lo que se había prometido: “seguridad garantizada”.

Es una linda obra este coliseo, aunque por lo que vimos habrá que hacerle una serie de adecuaciones para evitar que se vuelvan a repetir episodios como el que aquí hemos descrito. Ese día, la afición colmada de alegría inundó el césped para celebrar con su equipo, sin embargo, en otra ocasión puede suceder que haga lo mismo, pero repleta de ira, para –y esto es solo un ejemplo- hacer pagar a los árbitros por alguna decisión que se considere equivocada o injusta.

Entonces, se impone tomar acciones inmediatas y efectivas para proteger la integridad física de quienes asistan a este y otros estadios. Lamentablemente, en Panamá hay aficionados que no son tan devotos de la cultura de la paz. Recuerden: el fútbol es pasión. Y cuando de balompié se trata, en ocasiones más puede el impulso que el razonamiento.


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