Manifestación contra el Mundial sólo reúne a 300 personas en Río
Pese al reducido número de participantes en la protesta convocada por las redes sociales y que prometía reunir una multitud, los manifestantes consiguieron bloquear a su paso varias calles del centro de Río de Janeiro y generar un enorme embotellamiento.
Río de Janeiro
EFE
Unas 300 personas, varias vestidas de negro y con máscaras, participaron hoy en una tímida manifestación convocada en Río de Janeiro por los movimientos que se oponen a la organización del Mundial de fútbol Brasil 2014, informó la Policía.
Pese al reducido número de participantes en la protesta convocada por las redes sociales y que prometía reunir una multitud, los manifestantes consiguieron bloquear a su paso varias calles del centro de Río de Janeiro y generar un enorme embotellamiento.
Igualmente obligaron a algunos comerciantes a cerrar sus puertas anticipadamente ante el temor de que fueran víctimas de ataques vandálicos.
La manifestación fue convocada por movimientos sociales agrupados en las plataformas "No va haber Mundial" y "El Mundial del pueblo", que protestan contra el alto gasto público en la gran cita del fútbol, que comenzará en Sao Paulo el próximo 12 de junio, con un partido que disputarán el anfitrión Brasil y Croacia.
Los manifestantes se concentraron al comienzo de la noche en la céntrica plaza de la Candelaria y marcharon hacia la sede de la Alcaldía de Río de Janeiro en un intento de unirse a los cerca de 2.000 profesores públicos en huelga que participaban en una protesta para exigir mejores salarios.
Los profesores se habían concentrado en otro local y marcharon hacia la alcaldía, pero ya se estaban marchando cuando los manifestantes contra el Mundial llegaron, por lo que la protesta perdió fuerza y terminó dispersada por la Policía sin incidentes.
Los profesores en huelga, en mayor número, también provocaron enormes embotellamientos en varias calles de Río de Janeiro.
Pese al entusiasmo de los militantes que se oponen al Mundial y a las llamativos letreros en que decían "Fuera FIFA" y "Queremos salud y educación de nivel FIFA y no estadios", sus gritos fueron ahogados en la Candelaria por la música de una tarima vecina en la que se festejaba la llegada de la competición deportiva.
Los movimientos sociales prometen varias manifestaciones contra el Mundial en los próximos días pero las realizadas hasta ahora no han conseguido repetir las protestas del año pasado, cuando millones de brasileños salieron a las calles en coincidencia con la Copa Confederaciones de la FIFA.
En la época, además de los manifestantes contra el Mundial, las marchas reunieron a miles de brasileños en cientos de ciudades que exigieron mejores servicios públicos, principalmente educación, salud y transporte, y que comparecieron espontáneamente convocados por las redes sociales y no por movimientos o sindicatos.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en un pronunciamiento este viernes en que aludió de forma indirecta a las protestas contra el Mundial, se dijo convencida de que los brasileños entrarán en el clima del evento de la FIFA.
"Tengo absoluta certeza de que el pueblo hará como siempre hizo: va a juntar a los amigos, a la familia, a la comunidad, va a comprar una cervecita, encender el televisión y asistir al Mundial hinchando por nuestra selección", declaró la mandataria.
El Gobierno brasileño admitió que las protestas del año pasado lo sorprendieron pero se dijo preparado para evitar incidentes en las manifestaciones que se produzcan durante el Mundial, que serán toleradas mientras sean pacíficas.
El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, agregó que el Gobierno no espera en el Mundial las grandes manifestaciones que sacudieron Brasil en la Copa Confederaciones.
EFE
Unas 300 personas, varias vestidas de negro y con máscaras, participaron hoy en una tímida manifestación convocada en Río de Janeiro por los movimientos que se oponen a la organización del Mundial de fútbol Brasil 2014, informó la Policía.
Pese al reducido número de participantes en la protesta convocada por las redes sociales y que prometía reunir una multitud, los manifestantes consiguieron bloquear a su paso varias calles del centro de Río de Janeiro y generar un enorme embotellamiento.
Igualmente obligaron a algunos comerciantes a cerrar sus puertas anticipadamente ante el temor de que fueran víctimas de ataques vandálicos.
La manifestación fue convocada por movimientos sociales agrupados en las plataformas "No va haber Mundial" y "El Mundial del pueblo", que protestan contra el alto gasto público en la gran cita del fútbol, que comenzará en Sao Paulo el próximo 12 de junio, con un partido que disputarán el anfitrión Brasil y Croacia.
Los manifestantes se concentraron al comienzo de la noche en la céntrica plaza de la Candelaria y marcharon hacia la sede de la Alcaldía de Río de Janeiro en un intento de unirse a los cerca de 2.000 profesores públicos en huelga que participaban en una protesta para exigir mejores salarios.
Los profesores se habían concentrado en otro local y marcharon hacia la alcaldía, pero ya se estaban marchando cuando los manifestantes contra el Mundial llegaron, por lo que la protesta perdió fuerza y terminó dispersada por la Policía sin incidentes.
Los profesores en huelga, en mayor número, también provocaron enormes embotellamientos en varias calles de Río de Janeiro.
Pese al entusiasmo de los militantes que se oponen al Mundial y a las llamativos letreros en que decían "Fuera FIFA" y "Queremos salud y educación de nivel FIFA y no estadios", sus gritos fueron ahogados en la Candelaria por la música de una tarima vecina en la que se festejaba la llegada de la competición deportiva.
Los movimientos sociales prometen varias manifestaciones contra el Mundial en los próximos días pero las realizadas hasta ahora no han conseguido repetir las protestas del año pasado, cuando millones de brasileños salieron a las calles en coincidencia con la Copa Confederaciones de la FIFA.
En la época, además de los manifestantes contra el Mundial, las marchas reunieron a miles de brasileños en cientos de ciudades que exigieron mejores servicios públicos, principalmente educación, salud y transporte, y que comparecieron espontáneamente convocados por las redes sociales y no por movimientos o sindicatos.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en un pronunciamiento este viernes en que aludió de forma indirecta a las protestas contra el Mundial, se dijo convencida de que los brasileños entrarán en el clima del evento de la FIFA.
"Tengo absoluta certeza de que el pueblo hará como siempre hizo: va a juntar a los amigos, a la familia, a la comunidad, va a comprar una cervecita, encender el televisión y asistir al Mundial hinchando por nuestra selección", declaró la mandataria.
El Gobierno brasileño admitió que las protestas del año pasado lo sorprendieron pero se dijo preparado para evitar incidentes en las manifestaciones que se produzcan durante el Mundial, que serán toleradas mientras sean pacíficas.
El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, agregó que el Gobierno no espera en el Mundial las grandes manifestaciones que sacudieron Brasil en la Copa Confederaciones.