Golazo - 26/9/13 - 09:04 PM
Mariano llora en su despedida del Yankee Stadium
El derecho de Puerto Caimito cerró casi dos décaads de éxitos. Sus 42 rescates en post temporada, demuestran lo importante que fue para esta novena en su carrera.
Redacción
Web
Mariano Rivera entró en el octavo episodio y la ovación no se hizo esperar para la que sería su última aparición en el Yankee Stadium, su casa por 19 temporadas y donde dejará un vacío en la campaña 2014.
Dos outs seguidos y termina la octava entrada. Todo listo para que Mariano terminará el partido, pese a la que los Yanquis estaban perdiendo.
Llegó el "9" y como era de esperarse saca los dos primeros bateadores, el primero en la combinación 1-3 y el segundo manos de Robinson Canó, así que salen del dogout sus eternos compañeros Derek Jeter y Andy Pettite, quienes se dirigen a la loma de manera cómplice y le piden la bola.
Los tres se abrazan. Ese trío que junto a Jorge Posada, escribió con letras doradas su nombre en la historia de los Yanquis.
Mariano sale del encuentro, derrama lágrimas y ante una cerrada ovación de más de cinco minutos saluda a los fanáticos, cuerpo técnico y resto del equipo.
Al terminar el encuentro, sus compañeros salen y Mariano se queda cinco minutos solo en el dogout. Los gritos lo hacen nuevamente salir al terreno de juegos. Se dirige a la loma de las angustias y ante los aplausos y gritos del públicos, se agacha y tomar tierra para llevarla de recuerdo.
"Es una emoción grande. No hay palabras y solo quiero agradecer a esta afición que es la mejor", dijo el derecho, que cerró una carrera de 19 años en el antiguo y moderno Yankee Stadium.
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Mariano Rivera entró en el octavo episodio y la ovación no se hizo esperar para la que sería su última aparición en el Yankee Stadium, su casa por 19 temporadas y donde dejará un vacío en la campaña 2014.
Dos outs seguidos y termina la octava entrada. Todo listo para que Mariano terminará el partido, pese a la que los Yanquis estaban perdiendo.
Llegó el "9" y como era de esperarse saca los dos primeros bateadores, el primero en la combinación 1-3 y el segundo manos de Robinson Canó, así que salen del dogout sus eternos compañeros Derek Jeter y Andy Pettite, quienes se dirigen a la loma de manera cómplice y le piden la bola.
Los tres se abrazan. Ese trío que junto a Jorge Posada, escribió con letras doradas su nombre en la historia de los Yanquis.
Mariano sale del encuentro, derrama lágrimas y ante una cerrada ovación de más de cinco minutos saluda a los fanáticos, cuerpo técnico y resto del equipo.
Al terminar el encuentro, sus compañeros salen y Mariano se queda cinco minutos solo en el dogout. Los gritos lo hacen nuevamente salir al terreno de juegos. Se dirige a la loma de las angustias y ante los aplausos y gritos del públicos, se agacha y tomar tierra para llevarla de recuerdo.
"Es una emoción grande. No hay palabras y solo quiero agradecer a esta afición que es la mejor", dijo el derecho, que cerró una carrera de 19 años en el antiguo y moderno Yankee Stadium.