Mariano soñó con decir adiós en el Yankee Stadium

La figura del legendario cerrador panameño Mariano Rivera ya forma parte de la historia más importante del béisbol de las Grandes Ligas después de recibir el último homenaje de reconocimiento en el Minute Maid Park, de Houston, donde también se llegó al final de la temporada regular.

EE.UU. / EFE.

 La figura del legendario cerrador panameño Mariano Rivera ya forma parte de la historia más importante del béisbol de las Grandes Ligas después de recibir el último homenaje de reconocimiento en el Minute Maid Park, de Houston, donde también se llegó al final de la temporada regular.

Como había sucedido en todos los campos, Rivera, que esta vez estuvo acompañado por el expiloto de los Yanquis de Nueva York, Joe Torre, y su excompañero y lanzador Roger Clemens, recibió todo tipo de alabanzas a su carrera, personalidad y aportación tanto dentro como fuera del campo.

Los aficionados de los Astros así lo reconocieron también al mostrarle el apoyo, especialmente por parte de los latinoamericanos, encabezados por sus compatriotas los panameños, y los seguidores de los Yanquis que residen en la ciudad tejana.

Esas muestras de cariño y admiración que recibió Rivera durante su estancia en Houston durante el fin de semana, hizo que el mejor cerrador de todos los tiempos sintiese la necesidad de pedirles disculpas por no haber salido al campo a jugar los últimos tres partidos de su carrera profesional.

De ahí, que el mensaje de Rivera fue un poco diferente para la última ceremonia previa a un partido en una temporada llena de homenajes de equipos rivales al estelar taponero de los Yanquis.

El lanzador derecho de 43 años no tuvo problemas en disculparse el domingo ante los aficionados y los jugadores de Astros de Houston por no participar en los tres últimos partidos de su carrera.

Rivera quiso ser completamente honesto y dejar muy claro que el único motivo que hizo que no saliese a jugar fue deseaba que la última salida a un montículo y lanzamiento tuviese como escenario el Yankee Stadium, algo que logró el pasado jueves cuando sacó dos "outs" del noveno episodio del partido que ganaron los Rays de Tampa Bay por 4-0.

"Quería que el emotivo adiós que recibí en el Yankee Stadium, junto a mis compañeros Derek Jeter y Andy Pettitte, fuese lo último con lo que cerrase mi carrera profesional", destacó Rivera al dirigirse a los aficionados de Houston, que respondieron con una gran ovación como señal de haber comprendido sus razones.


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