Golazo - 20/9/13 - 10:57 AM
¿Qué será de las reliquias de 'Mo'?
Mariano Rivera podría abrir un museo con todos los obsequios que ha recibido de los equipos rivales durante su larga despedida del béisbol.
Nueva York / AP.
Mariano Rivera podría abrir un museo con todos los obsequios que ha recibido de los equipos rivales durante su larga despedida del béisbol.
La tabla de surf que le regalaron los Atléticos de Oakland. A los Indios de Cleveland se les ocurrió darle un disco de oro enmarcado de la canción ``Enter Sandman'' de Metallica, la que suena en el estadio de sus Yanquis de Nueva York cuando es llamado para relevar, y suministrado por el Salón de la Fama del Rock and Roll. Las cinco bicicletas de paseo _para él, su esposa y tres hijos_ que le entregaron en San Diego.
Pero tal vez el presente que más gracia le causó fue el pasado julio en Minnesota, donde los Mellizos tuvieron la ocurrencia de erigir una silla mecedora armada con bates rotos. Le inscribieron un ingenioso nombre: ``La Mecedora de los Sueños Rotos''.
En cada acto, sus compañeros de los Yanquis y los jugadores oponentes admiran de pie los momentos.
``Se merece eso y mucho más, porque se trata de una leyenda viviente'', dijo Torii Hunter, jardinero de los Tigres de Detroit.
También han abundado los cheques con donaciones para su fundación benéfica e iglesia evangélica de la que su esposa, Clara, es pastora.
Pero el relevista panameño, que está por retirarse tras 19 temporadas en las Grandes Ligas, enfatiza que los regalos son tan solo un aspecto secundario.
Lo que Rivera más atesora han sido los encuentros con los fanáticos y empleados de los equipos rivales para conversar sobre cualquier tema.
Mariano Rivera podría abrir un museo con todos los obsequios que ha recibido de los equipos rivales durante su larga despedida del béisbol.
La tabla de surf que le regalaron los Atléticos de Oakland. A los Indios de Cleveland se les ocurrió darle un disco de oro enmarcado de la canción ``Enter Sandman'' de Metallica, la que suena en el estadio de sus Yanquis de Nueva York cuando es llamado para relevar, y suministrado por el Salón de la Fama del Rock and Roll. Las cinco bicicletas de paseo _para él, su esposa y tres hijos_ que le entregaron en San Diego.
Pero tal vez el presente que más gracia le causó fue el pasado julio en Minnesota, donde los Mellizos tuvieron la ocurrencia de erigir una silla mecedora armada con bates rotos. Le inscribieron un ingenioso nombre: ``La Mecedora de los Sueños Rotos''.
En cada acto, sus compañeros de los Yanquis y los jugadores oponentes admiran de pie los momentos.
``Se merece eso y mucho más, porque se trata de una leyenda viviente'', dijo Torii Hunter, jardinero de los Tigres de Detroit.
También han abundado los cheques con donaciones para su fundación benéfica e iglesia evangélica de la que su esposa, Clara, es pastora.
Pero el relevista panameño, que está por retirarse tras 19 temporadas en las Grandes Ligas, enfatiza que los regalos son tan solo un aspecto secundario.
Lo que Rivera más atesora han sido los encuentros con los fanáticos y empleados de los equipos rivales para conversar sobre cualquier tema.