Se lo toma con calma
Mariano Rivera jamás ha sido un pelotero temperamental y al parecer nunca lo será, ya que así mismo como se toma con calma y serenidad cada una
Mariano Rivera jamás ha sido un pelotero temperamental y al parecer nunca lo será, ya que así mismo como se toma con calma y serenidad cada una de sus salidas al montículo, igual asimiló su mal momento, después de desperdiciar tres salvamentos consecutivos por primera vez en su magistral carrera de 19 temporadas.
“Simplemente trato de salir a hacer mi trabajo y en las últimas tres oportunidades no lo hice”, declaró Rivera a la web de las mayores, tras su último “blown save” contra los Tigres de Detroit.
Mariano aseguró que al fin y al cabo, con todo y las oportunidades de salvamento desperdiciadas, los Yanquis ganaron dos de los tres encuentros. “Eso es lo más importante”, agregó Rivera para silenciar las alarmas, que se encendieron luego de que los Medias Blancas, el pasado miércoles, y Tigres, viernes y domingo, no lo dejaran aumentar su cifra personal de 35 rescates de este año ni su marca histórica como líder de todos los tiempos de 643 victorias blindadas.
“Estás enfrentándote a bateadores profesionales. Si no pones la bola donde tienes que ponerla, te van a dar”, agregó “Mo” para describir lo que le ocurrió ante Miguel Cabrera y Víctor Martínez, quienes le pegaron bombazos de cuadrangular seguidos.
Recibe apoyo yanqui
El director de los Yanquis, Joe Girardi, y el veterano abridor, Andy Pettitte, también creen que no hay que alarmarse por los tres salvamentos malogrados de Rivera.
“No es que se te olvide lanzar en una semana. Simplemente tuvo una semana mala”, declaró Girardi.
Por su lado, Pettitte dijo: “Es un shock. Él nos malcría. Cuando lo ves desperdiciar uno, y mucho más tres, es un shock”.
“Pero no creo que eso lo vaya a alterar. Tampoco va a alterar a nadie en este clubhouse. Cuando tengamos una ventaja, nos sentiremos bien confiados con él entrando al juego”, aseveró el tirador izquierdo, que subió junto con ‘Mo’ al “big show” en la temporada de 1995.