¿Será ‘Mo’ el primero en arrasar en Cooperstown?
Rivera atesorará como nadie los recuerdos de una despedida de ensueño: “Una noche fabulosa. Lo extraño es que perdimos el juego, no entiendo cómo
Rivera atesorará como nadie los recuerdos de una despedida de ensueño:
“Una noche fabulosa. Lo extraño es que perdimos el juego, no entiendo cómo es que puedo decir eso”, declaró el istmeño, luego de tirar en un partido que los Yanquis perdían 4-0.
En una época en la que muchos de los estelares peloteros se han despedido de Grandes Ligas por la puerta trasera, Mariano Rivera es una bocanada de aire fresco en el béisbol.
Después de 19 temporadas, había llegado el punto final para Rivera en su casa, el Yankee Stadium, y el desenlace estuvo cargado con todo el drama y pompa que el equipo de Nueva York es capaz de ofrecer.
El relevista más destacado de la historia rompió a llorar en el montículo cuando Derek Jeter y Andy Pettitte salieron de la cueva para sacarle con dos “outs” en el noveno “inning”, lo cual fue seguido por abrazos interminables y sollozos entre los tres compañeros de generación.
Prácticamente todo el mundo _copado con 48,675 fanáticos_ en el estadio lloraba o tenía un nudo en la garganta.
“Fui bombardeado con emociones y sentimientos”, relató Rivera, quien en noviembre cumplirá 44 años. “De repente me di cuenta de todo. Sabía que era la última vez. Punto. Nunca había sentido algo semejante”.
Dueño del récord histórico de salvamentos con 652, más otros 42 en postemporada (que es precisamente el número de su camiseta), y campeón de cinco Series Mundiales, el panameño retiró a los cuatro bateadores que enfrentó y al hacerlo redondeó otro guarismo que refleja la excelencia de una carrera que emprendió en 1995.
Se iba un grande
Rivera había completado 1,283 “innings” y dos tercios de trabajo, combinando un total de 1.284 “hits” y bases por bolas para poner en exactamente en 1.00 su WHIP (boletos más “hits” entre entradas lanzadas). En “pitchers” que tuvieron un mínimo de 1,000 “innings”, Rivera aparece tercero en la tabla histórica, solo superado por lanzadores que actuaron a inicios del siglo pasado.
Y aquí es donde el derecho de Puerto Caimito conjuga los elementos de estadísticas e imagen que le permiten ser tan admirado.
Mientras Barry Bonds, Roger Clemens y otros más se han ido en medio de cuestionamientos por sus vínculos con la era de los esteroides, ‘Mo’ solo ha recibido pleitesía y eso ya pone a pensar en su ingreso a Cooperstown.