¿Será su último pleito?

El último combate de Floyd Mayweather no será la pelea del siglo. Acostumbrado al exhibicionismo, a los excesos y a las frases grandilocuentes, el estadounidense se enfrenta hoy en Las Vegas a Andre Berto en un epílogo de su carrera tan discreto que hace pensar que podría haber un retorno.

Ayer ambos púgiles no tuvieron problemas en la ceremonia de pesaje oficial. Mayweather registró 146 libras, mientras que Berto marcó 145.

Nadie duda de que Mayweather, de 38 años, batirá a Berto y se despedirá del boxeo con el mismo balance invicto de Rocky Marciano de 49-0. El número quizás no lo situará como el mejor boxeador de la historia, algo de lo que él mismo está convencido, pero sí como uno de los mejores libra por libra.

"No lo voy a echar de menos. Quiero estar del otro lado", dijo Mayweather en Las Vegas, dejando claro, como ya expresó anteriormente, que perdió la pasión por el boxeo, convertido en un gran negocio que ahora acaba.

Mayweather, que en mayo se impuso al filipino Manny Pacquiao en la pelea más lucrativa de la historia del boxeo y en una de las más decepcionantes para el gran público, eligió para despedirse a Berto, un rival poco atractivo.

Esta vez no habrá récord de venta de entradas, ni de recaudación ni de compras en Pay Per View. Hasta se contempló la posibilidad de que se transmitiera en abierto.

"No importa a quién me enfrente, siempre van a decir que no es el chico (adecuado). Cuando gane, van a decir que este no era el chico", dijo sobre Berto (30-3, 23 KO), ex doble campeón mundial y que ha sufrido tres derrotas en las últimas seis peleas. Nadie espera que Berto pueda arruinar el final de Mayweather.