Simplemente Maracaná
De la cancha de pasto y tierra que era el Maracaná de El Chorrillo solo quedan los recuerdos. Ahora, sobre el mismo lugar, se erige un estadio
De la cancha de pasto y tierra que era el Maracaná de El Chorrillo solo quedan los recuerdos. Ahora, sobre el mismo lugar, se erige un estadio de una estética y estructura incomparables dentro del ámbito nacional. Queda ahora la misión de cuidarlo y valorarlo, y en este sentido, los clubes que aspiran a convertirlo en su sede (léase Chorrillo FC y CD Plaza Amador) deben jugar un papel importante en la campaña constante y sonante de concienciar a sus seguidores (y también a los que no lo son) sobre la necesidad de no provocar daños en el coliseo y sobre cómo deben comportarse dentro de este.
El nuevo Maracaná es una obra que necesitaba el fútbol. Ello es indiscutible. Pero además de los cuidados que hay que tener con este, llama la atención que haya quienes insistan en que se le reemplace su nombre actual por el de alguna “gloria deportiva” que haya nacido dentro del corregimiento en que se encuentra. El término “gloria deportiva” no solo se limita a lo que la persona haga o deje de hacer como atleta. Por estos días se le dice “gloria deportiva” a cualquiera. Este concepto va mucho más allá del historial deportivo de la persona, también está ligado a su comportamiento en el diario vivir. Por lo tanto, una verdadera “gloria deportiva” debe ser un ejemplo de vida. Hay que tener cuidado con andar proponiendo nombres a diestra y siniestra.
Considero que se ha tomado una decisión acertada en mantener el nombre de Maracaná, tal y como le han llamado durante años los mismos habitantes del barrio mártir. Y así debe quedarse. El Chorrillo ha dado tantos buenos atletas que al ponerle a este estadio el nombre y apellido de alguno, representaría cometer una injusticia con otros que quizá tengan igual o más méritos.
Y respecto a la utilización del estadio, sería positivo que Plaza Amador y Chorrillo dieran a conocer sus propuestas sobre cómo piensan contribuir a su cuidado. Ese será el gran reto de ambos clubes, porque es bien conocida la actitud de inconsciencia que suelen adoptar algunos aficionados que todo lo que tocan lo dañan.