Spurs quemaron a Miami
Heat significa “calor”, pero eso no significa que ese equipo pueda soportar mejor las condiciones que se vivieron el jueves en San Antonio. Y los
Heat significa “calor”, pero eso no significa que ese equipo pueda soportar mejor las condiciones que se vivieron el jueves en San Antonio. Y los Spurs se aprovecharon de la ausencia del astro de Miami para pegar primero en la final.
Tim Duncan anotó 21 puntos y capturó 10 rebotes, Manu Ginóbili añadió 16 unidades y 11 asistencias, y San Antonio lanzó una ofensiva feroz en las postrimerías del encuentro, mientras LeBron James estaba acalambrado en el banquillo, para vencer 110-95 al Heat en el primer partido de la final de la NBA.
Una falla del aire acondicionado dentro de la arena de San Antonio derivó en que las temperaturas ascendieran a cerca de 32 grados centígrados (90 Fahrenheit), lo que quizás incidió en que James se perdiera la recta decisiva del encuentro. Los Spurs se alejaron entonces en el marcador y dieron el primer paso en busca de cobrar revancha del equipo que los venció en la final del año pasado.
“Me siento frustrado y enojado”, dijo James, recostado en una cama de masajes, después del partido. “Pero al mismo tiempo, esto es algo que tratas de prevenir y de controlar. Me hidraté lo necesario. Hice mi rutina normal. Odio no estar ahí para mi equipo, especialmente en esta etapa de la temporada”.
“Fue difícil para los dos equipos”, consideró el entrenador de los Spurs, Gregg Popovich. “Los jugadores estaban muertos... tratamos de irlos reemplazando constantemente. Hacía de verdad mucha calor”.
James, quien sufrió calambres hace dos años, también en la final, pidió una pausa en el cuarto periodo. Recibía atención durante la ofensiva de 15-4 armada por los Spurs para resolver el duelo.
“Se siente como un golpe en el estómago cuando ves que tu líder se va renqueando a la banca, como ocurrió. Pero aun así tuvimos nuestra oportunidad después de eso”, dijo el entrenador del Heat, Erik Spoelstra.