A veces hay que caer para vencer
La Selección de Fútbol de Panamá dobló las rodillas ante los Estados Unidos en la final de la Copa Oro 2013, pero analizando fríamente su actuación en
La Selección de Fútbol de Panamá dobló las rodillas ante los Estados Unidos en la final de la Copa Oro 2013, pero analizando fríamente su actuación en el certamen, fueron más los logros de la Roja en la justaque finalizó el pasado domingo.
Muchas veces se aprende más de una derrota que de un triunfo. Otras veces se dice que para vencer primero debes aprender a caer, y lo más importante, aprender de cada adversidad.
Bien lo dijo Gabriel “Gavilán” Gómez cuando la Roja llegó ayer a suelo panameño. “Perdimos una final, pero hemos ganado mucho para el futuro”.
Este fue el caso de la selección panameña de fútbol, que el domingo fue doblegada en la final de la Copa Oro por los Estados Unidos (1-0).
El equipo que partió de Panamá inmerso en un mar de dudas, pero que con el pasar del torneo fue levantando su nivel, mostrando garra, entrega y lucha, tanto así que estuvo muy cerca de lograr lo impensable: coronarse en el máximo torneo de Concacaf.
El 7 de julio la Copa Oro le dio la bienvenida a un equipo repleto de dudas. Tras perder en sus dos anteriores compromisos --ante Estados Unidos 2-0 y ante Costa Rica, por igual marcador, en las eliminatorias--, el equipo de Julio César Dely Valdés presentó muchas variantes en el máximo torneo del área. Un conjunto con la ausencia de algunas de sus principales figuras y con muchos jugadores alternos que, con el pasar de los partidos, mostraron que están listos para asumir grandes retos.
Desde el primer partido, el triunfo ante México (2-1) en la ronda de grupos, jugadores como Gabriel Torres y Roberto Chen hicieron sonar las campanas y dejaron claros que las futuras bajas de Felipe Baloy, Blas Pérez y Luis Tejada no serían un dolor de cabeza.
Alberto Quintero mostró su valía en medio sector del elenco nacional, el mismo que lo llevó a jugar en España, en los momentos importantes y fue la principal arma de los panameños con sus gran habilidad y entrega en el campo. “Negrito” encontró en Gabriel Torres a su mejor aliado y a quien le diera ese puntillazo final a sus arremetidas, principalmente por banda izquierda.
De la noche a la mañana, un equipo lleno de dudas pasó a ser uno de los aspirantes a llevarse el máximo galardón de Concacaf.
Luego de tres partidos, dos triunfos y un empate, y clasificarse a la siguiente ronda líder de grupo por encima del Tri, Panamá ganó el respeto de todos sus rivales. Cuba sería el siguiente escollo de la Roja, ya en instancias de vida o muerte. Panamá pasó sin apuros y con un contundente 6-1 sobre el conjunto caribeño, confirmando su momento de gloria y enviando otro mensaje de alerta.
El siguiente paso fue nuevamente el elenco de México (2-1). Los aztecas ávidos de revancha se toparon con el rival que deseaban para consumar su desquite y eliminar a la Roja en semifinales, pero “les salió el tiro por la culata”, Panamá avanzó a la final de la Copa Oro y tocaba a la puerta de la historia.
El resultado final de la Copa ya es historia, pero esta derrota dejó un sabor agradable al paladar, una sensación de lucha, entrega y coraje que, a lo mejor, un triunfo no hubiese dejado.
Decía el estratega nacional Julio Dely Valdés antes de partir a la Copa Oro que el objetivo era recobrar la confianza en su equipo, y a estas alturas los niveles de seguridad de los canaleros deben estar en su punto más alto.
Se ganó el respeto. Se demostró que no solo Blas Pérez, Luis Tejada y Felipe Baloy son las figuras del elenco nacional; destacaron nuevos nombres como Gabriel Torres o Roberto Chen, que en los momentos de adversidad sacaron su espíritu de guerrero y plantaron cara a la derrota.
Julio y sus muchachos volvieron a enamorar a una afición que venía golpeada, decepcionada tras las dos últimas derrotas de la eliminatoria mundialista.
En septiembre se retoma la Hexagonal. Panamá está a un punto de meterse en los puestos que llevan a Brasil 2014, la verdadera y única meta de la Roja. La misión es alcanzar por primera vez estar un una copa mundial de Fifa, la Copa Oro quedó atrás, sus recuerdos deben marcar el camino de ahora en adelante.
Hay que mirar al horizonte y poner la cara ante las adversidades. Jamaica es el próximo obstáculo. El Mundial aguarda, está prohibido distraerse.