La Voz Del Interior - 08/6/14 - 12:46 AM

Las Albinas, ícono histórico

En el distrito de Arraiján se han escrito páginas de nuestra historia patria. Y entre malezas y olvidos, vetustas ruinas se encargan de recordarnos que

Reynaldo Núñez Montoto / Crítica

En el distrito de Arraiján se han escrito páginas de nuestra historia patria. Y entre malezas y olvidos, vetustas ruinas se encargan de recordarnos que hace casi dos centurias, este pueblo del oeste fue escenario de sucesos que fueron simientes de la renovada república que hoy habitamos.

La playa de Bique, o las Albinas de Bique como se les conoce, en un recodo del Pacífico panameño que en 1831, el general Juan Eligio Alzuru, dirigente de las tropas colombianas, convirtió en el paredón en el que ultimó con una lanza a Lorenzo de Hoyos, reconocido como el primer alcalde de Arraiján.

Este hecho guarda estrecha relación con otro personaje de la historia como lo es el general Tomás Herrera, cuyos parlamentarios fueron también ultimados por Alzuru.

Desde entonces, las Albinas de Bique eran, según historiadores como Ricardo J. Alfaro, un sitio paradisíaco, de escasa población, en la que años después, figuras como el Dr. José Manuel Reverte y otros estudiosos, descubrieron incrustadas en los muros de piedra, cadenas rematadas en aros de hierro y grilletes con las que retenían a los “prisioneros de guerra”.

Bajo las sombras de un enorme árbol de Panamá, se mantuvieron durante mucho tiempo las estructuras principales de piedra y hierro de aquello que pareció ser una fortaleza, pero que posteriormente, como un ícono histórico y turístico, era visitado por propios y extraños para retrotraer aquella época en que las diferencias políticas y las ansias de dominio territorial se dirimían con espadas, lanzas y escopetas de perdigones, muy propios de la Guerra de Los Mil Días.

Estampas con esas imágenes han recorrido el mundo como símbolo de la América India. Pero hoy, poco queda de esas ruinas.


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