Paladín de la justicia

David Castrejos González apela a su veteranía y ha demostrado que lleva en la sangre el deseo de servir y ser miembro de la Policía Nacional.

Melquiades Vásquez / Melquiades Vásquez

David Castrejos González apela a su veteranía y ha demostrado que lleva en la sangre el deseo de servir y ser miembro de la Policía Nacional.

Se trata de un hombre mudo, quien ya supera los 70 años de edad. Es oriundo de Río de Jesús y vivió largos años en la apartada comunidad de Río Viejo, en el corregimiento de Tebario, en Mariato.

Muchas personas que conocen la vida de este señor señalan que desde joven tenía esa mentalidad de que quería ser policía, pero desde luego, por su impedimento de no poder hablar y ser analfabeta, no pudo entrar a esa institución.

David es un mudo vigilante, como muchos le denominan, y por circunstancias de la vida se tuvo que venir a vivir a Santiago. Cuidaba algunos locales comerciales y de esa manera se ganaba algo para sobrevivir.

Pese a la edad, sigue trabajando para impedir que los delincuentes hagan de lo suyo lo que es ajeno.

Curiosamente este señor, sin ganar un solo centavo, custodia las calles de la ciudad de Santiago día y noche, algunas veces en compañía de unidades de la Policía Nacional, a quienes él considera sus mejores amigos.

Se logró conocer que este vigilante, que no devenga sueldo alguno, ha frustrado varios intentos de robos, hurtos y atracos.

Se viste con uniforme de la Policía de Texas y muchos le consideran el “ranger nocturno”, puesto que no permite que nadie cometa delitos. No saben cómo lo hace, pero se comunica con la Policía Nacional para informar de la presencia de sospechosos que merodean los locales comerciales.



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