Martinelli: No permitimos la extorsión de los italianos
El Mandatario insistió que su hijo (Ricardo Martinelli Linares) fue blanco de un plan previamente elaborado, premeditado y mal intencionado de los italianos Mauro Velocci y Valter Lavítola para involucrarlo en un supuesto regalo de un helicóptero con el objetivo final de “chantajear al Presidente”, y mediante la extorsión, lograr los contratos para la empresa Svenmark para construir cárceles en Panamá.
Redacción
Web
El presidente de la República, Ricardo Martinelli, aseguró que el caso Valter Lavítola, sindicado por corrupción internacional, es parte de una trama donde han querido involucrarme a mí, a mí hijo y funcionarios del Gobierno Nacional.
Martinelli afirmó que no hubo entrega de un helicóptero y ni se concretó el proyecto de cárceles modulares como ofrecieron los italianos Walter Lavítola y Mauro Velocci.
El Mandatario insistió que su hijo (Ricardo Martinelli Linares) fue blanco de un plan previamente elaborado, premeditado y mal intencionado de los italianos Mauro Velocci y Valter Lavítola para involucrarlo en un supuesto regalo de un helicóptero con el objetivo final de “chantajear al Presidente”, y mediante la extorsión, lograr los contratos para la empresa Svenmark para construir cárceles en Panamá.
Martinelli manifestó que el propio Angelo Capriotti, presidente y accionista principal de Svenmark, declaró a las autoridades italianas que "Lavítola había ordenado a Velocci simular la adquisición de un helicóptero con interiores Hermes como un regalo al hijo del presidente Martinelli, pero sin que el hijo del presidente supiera nada de dicha absurda adquisición. Esta simulación tenía solamente un motivo: hablar al teléfono con él para (grabarlo) y chantajear al Presidente".
Añadió que Velocci hizo escuchar a Capriotti la grabación sobre el tema del helicóptero y el hijo de Martinelli respondió que "no entendía el sentido de la llamada hecha por Lavítola", manifestó el propio presidente de Svenmark.
" Han querido involucrar a mí hijo en este caso que no es funcionario público", insistió.
" Ni yo, ni ningún funcionario del Gobierno Nacional hemos recibido coimas alguna de manos de Lavítola ni Velocci al que consideró un drogadicto", resaltó el Mandatario.
El jefe del Ejecutivo afirmó que este caso es una pelea entre italianos que se roban , se chantajean y están acusados de actos de corrupción.
Destacó que Valter Lavítola, fue presentado por el presidente italiano Silvio Berlusconi como su mano derecha, y reconoció que hizo muchas cosas buenas por Panamá, sin embargo, poco a poco fueron descubriendo que todo lo que hacía era por un interés personal y económico.
Calificó a Lavítola como una "encantadora serpiente", que querían realizar un atraco contra el eradio de Panamá y no se lo permitimos.
Expresó que la Ing. Balbina Herrera, miembro del Partido Revolucionario Democrático, ha sido utilizada en este caso por los italianos y afirmó que la va indultar por divulgar sus correos electrónicos .
Acusó a Roberto Eisenman, presidente vitalicio del diario La Prensa, de estar detrás de estas publicaciones en la que se han dedicado a desacreditar a su persona, familia y al Gobierno Nacional.
Martinelli manifestó que él no tienen necesidad de recibir coimas y dijo estar dispuesto a sostenerse a una prueba de polígrafo para confirmar que dice la verdad sobre este caso, ya que tiene "la frente en alto".
El Mandatario manifestó que no hablará más de este caso al que consideró como una "babosada" y expresó que la última palabra la tendrán los tribunales italianos y panameños.
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El presidente de la República, Ricardo Martinelli, aseguró que el caso Valter Lavítola, sindicado por corrupción internacional, es parte de una trama donde han querido involucrarme a mí, a mí hijo y funcionarios del Gobierno Nacional.
Martinelli afirmó que no hubo entrega de un helicóptero y ni se concretó el proyecto de cárceles modulares como ofrecieron los italianos Walter Lavítola y Mauro Velocci.
El Mandatario insistió que su hijo (Ricardo Martinelli Linares) fue blanco de un plan previamente elaborado, premeditado y mal intencionado de los italianos Mauro Velocci y Valter Lavítola para involucrarlo en un supuesto regalo de un helicóptero con el objetivo final de “chantajear al Presidente”, y mediante la extorsión, lograr los contratos para la empresa Svenmark para construir cárceles en Panamá.
Martinelli manifestó que el propio Angelo Capriotti, presidente y accionista principal de Svenmark, declaró a las autoridades italianas que "Lavítola había ordenado a Velocci simular la adquisición de un helicóptero con interiores Hermes como un regalo al hijo del presidente Martinelli, pero sin que el hijo del presidente supiera nada de dicha absurda adquisición. Esta simulación tenía solamente un motivo: hablar al teléfono con él para (grabarlo) y chantajear al Presidente".
Añadió que Velocci hizo escuchar a Capriotti la grabación sobre el tema del helicóptero y el hijo de Martinelli respondió que "no entendía el sentido de la llamada hecha por Lavítola", manifestó el propio presidente de Svenmark.
" Han querido involucrar a mí hijo en este caso que no es funcionario público", insistió.
" Ni yo, ni ningún funcionario del Gobierno Nacional hemos recibido coimas alguna de manos de Lavítola ni Velocci al que consideró un drogadicto", resaltó el Mandatario.
El jefe del Ejecutivo afirmó que este caso es una pelea entre italianos que se roban , se chantajean y están acusados de actos de corrupción.
Destacó que Valter Lavítola, fue presentado por el presidente italiano Silvio Berlusconi como su mano derecha, y reconoció que hizo muchas cosas buenas por Panamá, sin embargo, poco a poco fueron descubriendo que todo lo que hacía era por un interés personal y económico.
Calificó a Lavítola como una "encantadora serpiente", que querían realizar un atraco contra el eradio de Panamá y no se lo permitimos.
Expresó que la Ing. Balbina Herrera, miembro del Partido Revolucionario Democrático, ha sido utilizada en este caso por los italianos y afirmó que la va indultar por divulgar sus correos electrónicos .
Acusó a Roberto Eisenman, presidente vitalicio del diario La Prensa, de estar detrás de estas publicaciones en la que se han dedicado a desacreditar a su persona, familia y al Gobierno Nacional.
Martinelli manifestó que él no tienen necesidad de recibir coimas y dijo estar dispuesto a sostenerse a una prueba de polígrafo para confirmar que dice la verdad sobre este caso, ya que tiene "la frente en alto".
El Mandatario manifestó que no hablará más de este caso al que consideró como una "babosada" y expresó que la última palabra la tendrán los tribunales italianos y panameños.