64 cuerpos en fosas de Jalisco
Autoridades federales concluyeron la búsqueda de cuerpos en fosas clandestinas en el estado occidental de Jalisco, donde fueron exhumados un total de 64 cadáveres que se presume
Autoridades federales concluyeron la búsqueda de cuerpos en fosas clandestinas en el estado occidental de Jalisco, donde fueron exhumados un total de 64 cadáveres que se presume son víctimas de un cartel de las drogas.
Un funcionario de la Procuraduría General de la República dijo que los trabajos de búsqueda de cuerpos concluyeron el sábado en La Barca, comunidad de Jalisco limítrofe con el estado de Michoacán.
Los 64 cuerpos fueron exhumados de 35 fosas y algunos tienen hasta tres años de haber muerto, según los primeros reportes de investigadores, refirió el funcionario, que habló a condición de no ser identificado por no estar autorizado para comentar el caso con la prensa.
Del total de cuerpos, 59 han sido trasladados a la ciudad de México para realizar un perfil genético e identificarlos.
Las fosas fueron localizadas como parte de una investigación sobre la detención y desaparición de dos agentes federales. Policías municipales de Michoacán detenidos como parte de la indagatoria dieron información que permitió ubicar las tumbas clandestinas.
Los policías dijeron que entregaban víctimas al cartel de Nueva Generación. Los agentes federales no han sido localizados aún.
La Barca es una zona rural cerca del Lago Chapala, considerado un centro de recreación popular entre turistas y jubilados de Estados Unidos.
El área ha sido azotada por violentos enfrentamientos entre los carteles rivales de Los Caballeros Templarios y Nueva Generación.
El funcionario de la procuraduría dijo que algunos familiares de desaparecidos han comenzado a acercarse a algunas de sus oficinas en el interior del país para proporcionar muestras de ADN que puedan ser confrontadas con las que se obtengan de los cuerpos encontrados en las fosas de La Barca.
El hallazgo de las fosas se dio en momentos que el gobierno federal busca frenar la violencia en Michoacán, donde los habitantes han formado grupos de autodefensa para combatir a los Caballeros Templarios, un grupo del crimen organizado que utiliza un discurso seudorreligioso.