Carteles son más violentos
Con la captura de dos capos de la droga en poco menos de un mes, el gobierno del presidente mexicano Enrique Peña Nieto sigue una vieja estrategia
Con la captura de dos capos de la droga en poco menos de un mes, el gobierno del presidente mexicano Enrique Peña Nieto sigue una vieja estrategia que ha sido criticada abiertamente por causar más violencia y delitos.
Mario Armando Ramírez Treviño, líder máximo del cartel del Golfo, fue detenido el sábado en una operación militar cerca de la frontera con Texas, pocas semanas después del arresto de Miguel Ángel Treviño Morales, el Z-40, líder del violento cartel de Los Zetas cerca de otra ciudad fronteriza, Nuevo Laredo.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo al asumir el cargo en diciembre que la estrategia del expresidente Felipe Calderón, enfocada en la captura de líderes de los carteles, solo hizo que estos grupos del crimen organizado se hicieran más peligrosos. El nuevo gobierno manifestó entonces que se enfocaría menos en los líderes y más en disminuir la violencia.
Aun así, la nueva estrategia parece ser casi idéntica a la previa. Las detenciones de Ramírez y de Treviño Morales podrían generar un nuevo incremento en la violencia con enfrentamientos por el control de estos poderosos carteles de la droga en el país.
Para Raúl Benítez, experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México, “la estrategia es exactamente la misma”. Pero en corto plazo es necesario actuar para enfrentar a los jefes de narcotráfico, agregó.
Ramírez, un capo en Reynosa, ciudad fronteriza con McAllen, Texas, había luchado por asumir el control del cartel del Golfo desde la captura de su líder máximo, Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias “El Coss”, en septiembre del año pasado.
Hay quien asegura que Ramírez buscó obtener el control asesinando a su rival más fuerte en el cartel del Golfo, Miguel Villarreal, conocido como “Gringo Mike”, en un enfrentamiento ocurrido en marzo. Algunos todavía ponen en tela de juicio que Villarreal esté muerto.
Mientras tanto, el gobierno de Peña Nieto insiste en que se enfoca en la prevención de delitos a fin de reducir la violencia. Pero hasta ahora existe muy poca evidencia al respecto.