728x90 b756

Desde Panamá hasta Caracas

Escenarios de política por la democracia y los derechos humanos.

Por: ASDRÚBAL AGUIAR - Diario el Nacional -

Por dos veces, en menos de dos meses, los ex presidentes iberoamericanos y un ex primer ministro de Canadá han hecho resonar sus voces en Panamá y ahora en Caracas. Ponen de manifiesto la grave alteración que sufre la democracia en Venezuela y las ominosas secuelas que ya deja en lo económico y social, afectando a todas las capas de su pueblo sin diferenciaciones sociales ni políticas. Gobernantes que han sido militantes de variadas tendencias ideológicas, de izquierdas y de derechas, estos ex presidentes de la dignidad, qué duda cabe, todos a uno reaccionan en nombre de una opinión pública internacional y democrática indignada; incluso pidiendo perdón por la indiferencia con que los gobiernos de sus países y los organismos multilaterales presencian, a costa de la democracia, el desmantelamiento de las libertades de los venezolanos. Cabe decir, en efecto, que los 33 firmantes de la Declaración de Panamá, adoptada en paralelo a la celebración de la VII Cumbre de las Américas y promovida por la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), y los 27 de la Declaración de Caracas, entregada por los ex presidentes Andrés Pastrana y Jorge Quiroga a las puertas de la prisión militar de Ramo Verde, en sus ejercicios conjuraron la tentación del autoritarismo bajo amenaza. Hicieron buena la vapuleada regla de la alternabilidad de los gobiernos. Dicho coloquialmente y a la venezolana, se trata de ex gobernantes que no son “enchufados” como los hermanos Castro, Chávez, Correa, Maduro, Morales, los hermanos Ortega, o los esposos Kirchner. Se trata de líderes graduados de demócratas, probados, quienes optan por ser la voz de la conciencia y la moral democráticas en un momento de crisis de la democracia, acaso dentro de la democracia, o como lo creo, de instalación en el peligroso territorio de la “posdemocracia”. Por dos veces, en menos de dos meses, los ex presidentes iberoamericanos y un ex primer ministro de Canadá han hecho resonar sus voces en Panamá y ahora en Caracas. Ponen de manifiesto la grave alteración que sufre la democracia en Venezuela y las ominosas secuelas que ya deja en lo económico y social, afectando a todas las capas de su pueblo sin diferenciaciones sociales ni políticas. Gobernantes que han sido militantes de variadas tendencias ideológicas, de izquierdas y de derechas, estos ex presidentes de la dignidad, qué duda cabe, todos a uno reaccionan en nombre de una opinión pública internacional y democrática indignada; incluso pidiendo perdón por la indiferencia con que los gobiernos de sus países y los organismos multilaterales presencian, a costa de la democracia, el desmantelamiento de las libertades de los venezolanos. Cabe decir, en efecto, que los 33 firmantes de la Declaración de Panamá, adoptada en paralelo a la celebración de la VII Cumbre de las Américas y promovida por la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), y los 27 de la Declaración de Caracas, entregada por los ex presidentes Andrés Pastrana y Jorge Quiroga a las puertas de la prisión militar de Ramo Verde, en sus ejercicios conjuraron la tentación del autoritarismo bajo amenaza. Hicieron buena la vapuleada regla de la alternabilidad de los gobiernos. Dicho coloquialmente y a la venezolana, se trata de ex gobernantes que no son “enchufados” como los hermanos Castro, Chávez, Correa, Maduro, Morales, los hermanos Ortega, o los esposos Kirchner. Se trata de líderes graduados de demócratas, probados, quienes optan por ser la voz de la conciencia y la moral democráticas en un momento de crisis de la democracia, acaso dentro de la democracia, o como lo creo, de instalación en el peligroso territorio de la “posdemocracia”. [email protected]


Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.