Destitución hace peligrar la paz
La destitución e inhabilitación del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, un exguerrillero del M-19 que dejó las armas en 1990, ha puesto contra las cuerdas el proceso
La destitución e inhabilitación del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, un exguerrillero del M-19 que dejó las armas en 1990, ha puesto contra las cuerdas el proceso de paz con las Farc, pues ha reabierto el debate en Colombia sobre las garantías para ejercer la oposición política desde la izquierda.
Precisamente garantizar la eventual llegada a la política de los desmovilizados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) es uno de los puntos de la agenda que se discute en Cuba y sobre el que ya hay un acuerdo.
El mismo alcalde Petro ha advertido que la decisión del procurador general, el ultraconservador Alejandro Ordóñez, de cesarle e inhabilitarle para ejercer cargo público alguno durante 15 años, es un bache en el camino a la paz porque demuestra que aún ganando en las urnas no hay garantías para ejercer un puesto electo.
Esa decisión “envía mensajes que van hacia La Habana, hacia América Latina misma, porque quieren demostrar desde la extrema derecha que no es posible el acceso pacífico al poder”, afirmó Petro a Efe en la primera entrevista que ofreció a los medios pocas horas después de ser destituido.
“Yo fui un hombre que me alcé en armas, firme la paz con un objetivo, la posibilidad de acceder al poder de forma pacífica y tranquila. Hicimos la Constitución de 1991, ganamos esas elecciones, y hoy vemos cómo un funcionario imbuido en pensamientos fachistas trata de destruir esa Constitución”, insistió el burgomaestre.
Petro asumió como alcalde de Bogotá en enero de 2012 como líder del Movimiento Progresistas, tras denunciar vínculos de políticos con paramilitares y sacar a la luz grandes escándalos de corrupción durante los años en los que ejerció como senador y opositor.
Lo cierto es que la decisión del procurador, que cesó e inhabilitó a Petro por una supuesta mala gestión en una crisis de basuras, ha generado frustración y ensombrecido el ambiente en Cuba.