Diez yihadistas muertos en ataque aéreo del Ejército en Filipinas
La operación aérea contra las posiciones del BIFF en la provincia de Maguindanao, en el oeste de la conflictiva isla de Mindanao, se decidió en respuesta a un primer ataque de los insurgentes a un puesto militar, explicó Padilla.
Al menos diez yihadistas han muerto en los ataques aéreos iniciados anoche por las Fuerzas Armadas de Filipinas en el sur del país contra combatientes de los Luchadores por la Liberación Islámica del Bangsamoro (BIFF), un grupo afín al Estado Islámico (EI), informaron hoy fuentes oficiales.
"La ofensiva armada contra los terroristas sigue en curso y según nuestros datos hemos neutralizado al menos a una decena de rebeldes", declaró a Efe el portavoz del Ejército, Restituto Padilla, que añadió que había heridos entre los rebeldes.
La operación aérea contra las posiciones del BIFF en la provincia de Maguindanao, en el oeste de la conflictiva isla de Mindanao, se decidió en respuesta a un primer ataque de los insurgentes a un puesto militar, explicó Padilla.
Escindido en 2008 del Frente Moro de Liberación Islámica (MILF) cuando éste renunció a las armas y posteriormente alineado con el EI, los BIFF participaron en la rebelión de Marawi, un conflicto iniciado por el Grupo Maute, también afín al EI, el 23 de mayo pasado y finalizado en octubre tras dejar más de un millar de muertos en esa ciudad de Mindanao.
Además de grupos yihadistas, también es muy activo en esta zona del país el Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), el brazo armado del ilegal Partido Comunista de las Filipinas, que habitualmente lleva a cabo ataques armados contra los militares.
El Ejército se encuentra en las últimas horas en "máxima alerta", según indicó Padilla, ya que hoy concluye la tregua de Navidad con el NEP y la organización podría planear ataques terroristas con motivo del 49º aniversario del Partido Comunista de las Filipinas, de orientación maoísta y fundado el 26 de diciembre de 1968.
El pasado 5 de diciembre el presidente filipino, Rodrigo Duterte, inscribió como organizaciones terroristas al Partido Comunista y al NEP al considerar fracasadas las negociaciones para cerrar el conflicto.