Mundo - 09/10/13 - 09:42 AM
Enjuiciarán en Egipto al expresidente Morsi
La corte de apelaciones de El Cairo también nombró al juez Ahmed Sabry Yousef para presidir el juicio, precisó la agencia noticiosa estatal egipcia MENA.
El Cairo
AP
El derrocado presidente egipcio Mohamed Morsi irá a juicio el 4 de noviembre bajo cargos de incitar la matanza de opositores cuando estaba en el puesto, anunció el miércoles un tribunal.
Morsi fue derrocado el 3 de julio y desde entonces permanece incomunicado en un lugar no revelado, aunque ha hablado dos veces con su familia y ha sido visitado por la directora de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, y una delegación de la Unión Africana.
Junto con Morsi serán juzgados otros catorce miembros de la Hermandad Musulmana, entre ellos altos asistentes y miembros prominentes del grupo.
La corte de apelaciones de El Cairo también nombró al juez Ahmed Sabry Yousef para presidir el juicio, precisó la agencia noticiosa estatal egipcia MENA.
El abogado Mustafá Atteya dijo que una reunión del equipo de la defensa de Morsi, planeada para más tarde, debía decidir su estrategia y nombrar al director del equipo. Añadió que hasta ahora el equipo legal no ha tenido acceso a los documentos del caso.
``Este es como todos los otros casos; inventado'', afirmó Atteya, y agregó que la mayoría de los casos contra miembros de la Hermandad se basan en acusaciones débiles. Conjeturó que el experto islamista y ex candidato presidencial Salim al-Awa dirigiría la defensa.
La acusación a Morsi se basa en uno de los mayores brotes de violencia durante su año en el cargo. Por lo menos 100.000 manifestantes se congregaron frente al palacio presidencial el 4 de diciembre para protestar un decreto que había emitido Morsi con el fin de proteger sus decisiones de todo escrutinio judicial y el borrador sumamente disputado de una Constitución que fue adoptada apresuradamente por el Parlamento dominado por islamistas.
Al día siguiente, grupos islamistas y partidarios de Morsi atacaron a los manifestantes que habían acampado frente al palacio presidencial, lo que desató enfrentamientos callejeros que dejaron diez muertos. Los oponentes acusaron al presidente de depender de turbas organizadas para reprimir a los manifestantes.
AP
El derrocado presidente egipcio Mohamed Morsi irá a juicio el 4 de noviembre bajo cargos de incitar la matanza de opositores cuando estaba en el puesto, anunció el miércoles un tribunal.
Morsi fue derrocado el 3 de julio y desde entonces permanece incomunicado en un lugar no revelado, aunque ha hablado dos veces con su familia y ha sido visitado por la directora de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, y una delegación de la Unión Africana.
Junto con Morsi serán juzgados otros catorce miembros de la Hermandad Musulmana, entre ellos altos asistentes y miembros prominentes del grupo.
La corte de apelaciones de El Cairo también nombró al juez Ahmed Sabry Yousef para presidir el juicio, precisó la agencia noticiosa estatal egipcia MENA.
El abogado Mustafá Atteya dijo que una reunión del equipo de la defensa de Morsi, planeada para más tarde, debía decidir su estrategia y nombrar al director del equipo. Añadió que hasta ahora el equipo legal no ha tenido acceso a los documentos del caso.
``Este es como todos los otros casos; inventado'', afirmó Atteya, y agregó que la mayoría de los casos contra miembros de la Hermandad se basan en acusaciones débiles. Conjeturó que el experto islamista y ex candidato presidencial Salim al-Awa dirigiría la defensa.
La acusación a Morsi se basa en uno de los mayores brotes de violencia durante su año en el cargo. Por lo menos 100.000 manifestantes se congregaron frente al palacio presidencial el 4 de diciembre para protestar un decreto que había emitido Morsi con el fin de proteger sus decisiones de todo escrutinio judicial y el borrador sumamente disputado de una Constitución que fue adoptada apresuradamente por el Parlamento dominado por islamistas.
Al día siguiente, grupos islamistas y partidarios de Morsi atacaron a los manifestantes que habían acampado frente al palacio presidencial, lo que desató enfrentamientos callejeros que dejaron diez muertos. Los oponentes acusaron al presidente de depender de turbas organizadas para reprimir a los manifestantes.