Se reúne con el ‘G8 de cardenales’
El papa Francisco comenzará hoy una primera ronda de reuniones con el llamado “G8 de cardenales”, el grupo de ocho purpurados que forman el Consejo nombrado para
El papa Francisco comenzará hoy una primera ronda de reuniones con el llamado “G8 de cardenales”, el grupo de ocho purpurados que forman el Consejo nombrado para estudiar el esperado proyecto de reforma de la Curia, el Gobierno de la Iglesia católica.
Con un nuevo documento, el papa oficializó ayer la creación de esta nueva institución de la Iglesia considerada como un nuevo instrumento de consulta” con el que podrá contar el papa durante su pontificado.
Al grupo de cardenales anunciado el pasado 13 de abril se le ha llamado “Consejo de cardenales para ayudar al papa en el gobierno de la Iglesia Universal y estudiar un proyecto de revisión de la Constitución Apostólica Pastor Bonus sobre la Curia Romana”.
Francisco recordó en su documento que la creación de este grupo de purpurados surge de las sugerencias y propuestas realizadas en las congregaciones de los cardenales previas al cónclave, cuando muchos pidieron la urgente reforma del Gobierno de la Iglesia para hacerlo más transparente y colegial.
Ese "G8" está formado por cardenales representantes de los cinco continentes comenzando por el presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, el italiano Giuseppe Bertello.
También lo integran el arzobispo emérito de Santiago de Chile, el cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa; el arzobispo de Bombay, Oswald Gracias; el arzobispo de Múnich, Reinhard Marx, y el arzobispo de Kinshasa, Laurent Monsengwo Pasinya.
Santos
En tanto, los papas Juan Pablo II (1920-2005) y Juan XXIII (1881-1963) serán canonizados el próximo 27 de abril y se convertirán así en los otros dos pontífices proclamados santos en los últimos 100 años junto con Pío X, según anunció el papa Francisco en latín.
La fecha de su canonización fue elegida por el papa Francisco durante el consistorio celebrado ayer junto con los cardenales y corresponde al primer domingo después de las celebraciones de la Semana Santa, cuando la Iglesia católica celebra la fiesta de la Divina Misericordia.