Senado da luz verde a ataque
El Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU. aprobó ayer por mayoría una resolución conjunta que autoriza un ataque militar en Siria, por un plazo máximo
El Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU. aprobó ayer por mayoría una resolución conjunta que autoriza un ataque militar en Siria, por un plazo máximo de 60 días y sin tropas sobre el terreno, en respuesta al supuesto uso de armas químicas por parte del Gobierno sirio contra civiles el mes pasado.
Con 10 votos a favor y 7 en contra, el comité aprobó una medida bipartidista que limita un ataque militar a un plazo de 60 días, y solo hubo un voto de “presente”, equivalente a una abstención.
El voto representa una importante victoria política para el presidente Barack Obama en su búsqueda de apoyo contra el Gobierno sirio.
El pleno del Senado someterá la medida a votación la próxima semana y quedará todavía pendiente un voto en la Cámara de Representantes.
Este es el primer voto del Legislativo a favor del uso de la fuerza desde octubre de 2002, cuando el Congreso aprobó la invasión de Irak en 2003, y de la cuarta vez desde la guerra de Vietnam.
Obama pidió la autorización del Congreso para un ataque militar para castigar el uso, que considera probado, de armas químicas por parte del régimen de Bachar al Asad el pasado 21 de agosto, que, según EE.UU., dejó más de 1,400 muertos.
El senador republicano por Arizona, John McCain, clave en este debate, apoyó la resolución solo después de que se aprobaron dos enmiendas suyas para “cambiar el ímpetu en el campo de batalla en Siria para crear condiciones favorables para un acuerdo negociado que ponga fin al conflicto y conduzca a un gobierno democrático en Siria”.
El texto de la resolución, que fue acordada el martes, autoriza el uso de la fuerza contra Siria para “responder al uso de armas de destrucción masiva por parte del Gobierno sirio” en el conflicto civil en ese país; “impedir” el uso de esas armas para proteger los intereses de seguridad nacional de EE.UU. y sus aliados, y “degradar” la capacidad de Siria de usarlas en el futuro.