Mundo - 06/11/17 - 08:45 AM
Trump y Abe escenifican unidad frente a Corea del Norte
Los mandatarios se mostraron plenamente de acuerdo en aplicar una "máxima presión" sobre Corea del Norte para forzarle a abandonar sus programas nuclear y de misiles.
Los líderes de Japón, Shinzo Abe, y Estados Unidos, Donald Trump, escenificaron hoy su unidad total frente a Corea del Norte, y subrayaron que contemplan todas las vías de acción para lidiar con Pyongyang tras dar por terminada "la paciencia estratégica".
Abe y Trump se mostraron plenamente de acuerdo en aplicar una "máxima presión" sobre Corea del Norte para forzarle a abandonar sus programas nuclear y de misiles, e hicieron gala de una amistad sin precedentes entre mandatarios de estos países aliados, después de celebrar una cumbre en Tokio.
"La era de la paciencia estratégica se ha acabado", afirmó Trump en una rueda de prensa conjunta para insistir en el cambio de rumbo emprendido por su Administración respecto a las anteriores, lo que incluye contemplar todas las opciones de acción posibles, entre ellas la militar.
"Miren lo que ha pasado con una postura débil durante los últimos 25 años", dijo Trump, quien recalcó que el régimen "continúa con sus tests nucleares ilegales y con sus intolerables lanzamientos de misiles directamente por encima de territorio nipón".
El problema norcoreano fue el asunto central en la agenda de la cumbre celebrada hoy en el palacio tokiota de Akasaka, que tuvo lugar durante la segunda jornada de la visita del líder de la Casa Blanca a Japón y en el marco de su amplia gira asiática.
El primer ministro japonés, por su parte, aseguró que está "al cien por cien" con Washington en su postura de que "todas las opciones están sobre la mesa" y de ejercer la "máxima presión" sobre el régimen de Kim Jong-un.
"Hemos intentando el diálogo con Corea del Norte durante décadas y Pyongyang siempre lo ha roto. No tiene sentido dialogar con ellos", aseguró Abe, quien pidió una vez más China a que ejerza su influencia sobre Corea del Norte para empujarle a poner fin a sus programas armamentísticos.
Ambos mandatarios, que se encontraron en Tokio por quinta vez desde que el magnate neoyorquino ganara las presidenciales estadounidenses el pasado noviembre, presumieron de mantener unas relaciones cuya cercanía y fluidez no tiene parangón entre sus predecesores.
"La era de la paciencia estratégica se ha acabado", afirmó Trump en una rueda de prensa conjunta para insistir en el cambio de rumbo emprendido por su Administración respecto a las anteriores, lo que incluye contemplar todas las opciones de acción posibles, entre ellas la militar.
"Miren lo que ha pasado con una postura débil durante los últimos 25 años", dijo Trump, quien recalcó que el régimen "continúa con sus tests nucleares ilegales y con sus intolerables lanzamientos de misiles directamente por encima de territorio nipón".
El problema norcoreano fue el asunto central en la agenda de la cumbre celebrada hoy en el palacio tokiota de Akasaka, que tuvo lugar durante la segunda jornada de la visita del líder de la Casa Blanca a Japón y en el marco de su amplia gira asiática.
El primer ministro japonés, por su parte, aseguró que está "al cien por cien" con Washington en su postura de que "todas las opciones están sobre la mesa" y de ejercer la "máxima presión" sobre el régimen de Kim Jong-un.
"Hemos intentando el diálogo con Corea del Norte durante décadas y Pyongyang siempre lo ha roto. No tiene sentido dialogar con ellos", aseguró Abe, quien pidió una vez más China a que ejerza su influencia sobre Corea del Norte para empujarle a poner fin a sus programas armamentísticos.
Ambos mandatarios, que se encontraron en Tokio por quinta vez desde que el magnate neoyorquino ganara las presidenciales estadounidenses el pasado noviembre, presumieron de mantener unas relaciones cuya cercanía y fluidez no tiene parangón entre sus predecesores.
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"Nunca ha habido lazos tan estrechos entre líderes de ambos países durante el último medio siglo", dijo Abe, quien se refirió a Trump como su "querido amigo".
El presidente estadounidense se mostró de acuerdo en dicha afirmación y calificó de "extraordinaria" sus relaciones tras pasar "mucho tiempo" junto al líder conservador nipón, con quien jugó al golf el domingo durante un encuentro informal poco después de llegar a Japón.
El viaje de Trump se ha visto marcado por la matanza perpetrada en la víspera por una iglesia baptista en Texas, donde han muerto al menos 26 personas, un suceso que el presidente calificó de "espeluznante" y que ha atribuido a "un problema de salud mental de alto nivel".
Asimismo, el presidente asistió hoy a una reunión con familiares de japoneses secuestrados por el régimen norcoreano entre 1977 y 1983 y se comprometió a trabajar "estrechamente" con el Ejecutivo japonés para tratar de lograr su retorno.
"Sería una tremenda señal si el régimen decidiera enviarlos de vuelta. Sería el comienzo de algo", dijo sobre los al menos diecisiete nipones secuestrados.
En el apartado económico, los dos líderes trataron la posibilidad de negociar un acuerdo bilateral en el futuro, tras la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de Asociación Trans-Pacífico (TPP) del que ambas naciones formaban parte.
Trump apostó por un nuevo marco con Japón tras "muchas décadas" de "gigantesco déficit comercial", que alcanzó los 68.800 millones de dólares (unos 60.000 millones de euros) en 2016, y afirmó que los intercambios entre ambas partes "no son justos, ni abiertos ni recíprocos".
El presidente estadounidense se pronunció en los mismos términos sobre China, país que visitará entre los días 8 y 10 de noviembre, y con el que Washington "ha mantenido unas relaciones comerciales muy injustas durante décadas" que han arrojado "un déficit comercial masivo" para EEUU.
Trump continuará su gira asiática mañana en Corea del Sur, antes de dirigirse a China, y posteriormente visitará Vietnam y Filipinas hasta el próximo día 14.
El presidente estadounidense se mostró de acuerdo en dicha afirmación y calificó de "extraordinaria" sus relaciones tras pasar "mucho tiempo" junto al líder conservador nipón, con quien jugó al golf el domingo durante un encuentro informal poco después de llegar a Japón.
El viaje de Trump se ha visto marcado por la matanza perpetrada en la víspera por una iglesia baptista en Texas, donde han muerto al menos 26 personas, un suceso que el presidente calificó de "espeluznante" y que ha atribuido a "un problema de salud mental de alto nivel".
Asimismo, el presidente asistió hoy a una reunión con familiares de japoneses secuestrados por el régimen norcoreano entre 1977 y 1983 y se comprometió a trabajar "estrechamente" con el Ejecutivo japonés para tratar de lograr su retorno.
"Sería una tremenda señal si el régimen decidiera enviarlos de vuelta. Sería el comienzo de algo", dijo sobre los al menos diecisiete nipones secuestrados.
En el apartado económico, los dos líderes trataron la posibilidad de negociar un acuerdo bilateral en el futuro, tras la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de Asociación Trans-Pacífico (TPP) del que ambas naciones formaban parte.
Trump apostó por un nuevo marco con Japón tras "muchas décadas" de "gigantesco déficit comercial", que alcanzó los 68.800 millones de dólares (unos 60.000 millones de euros) en 2016, y afirmó que los intercambios entre ambas partes "no son justos, ni abiertos ni recíprocos".
El presidente estadounidense se pronunció en los mismos términos sobre China, país que visitará entre los días 8 y 10 de noviembre, y con el que Washington "ha mantenido unas relaciones comerciales muy injustas durante décadas" que han arrojado "un déficit comercial masivo" para EEUU.
Trump continuará su gira asiática mañana en Corea del Sur, antes de dirigirse a China, y posteriormente visitará Vietnam y Filipinas hasta el próximo día 14.