DEBEMOS DEFENDER NUESTRO FUTURO

Por: Por Riccardo Francolini Arosemena -

En este mes de noviembre, en el que rendimos tributo a la Patria y honramos a nuestros próceres por habernos legado una República con grandes oportunidades y con la esperanza de forjar una nación próspera y con equidad social, no puedo apartar de mis pensamientos el difícil momento que deben estar atravesando miles de familias que han perdido su poder adquisitivo con la pérdida de sus empleos.

Estamos todos a 43 días de celebrar el nacimiento de Jesús, nuestro Redentor, la Navidad, y a 49 días de terminar el presente año, 2018, para muchos un año no muy agradable para recordar porque representa el tiempo en el que nuestro país ha estado envuelto en grandes escándalos de parte de miembros de este gobierno, llámese Odebrecht, Blue Apple, Panamá Papers, los escándalos de la Asamblea con las planillas 080, 172 y lo más reciente, el escándalo de Pandeportes.

No obstante, quiero en este artículo de hoy, dedicarme en una de las áreas más sensibles de toda sociedad: su economía. Básicamente porque cuando trabajé al lado del hombre que cambió este país en cinco años (Ricardo Martinelli) me tocó palpar de cerca que la preocupación más grande que tenían los panameños en ese quinquenio no era la falta de empleo, al contrario, había felicidad porque había plata en la cartera, su prioridad era otra: "mejorar su calidad de vida".

Sé que son odiosos los términos comparativos, pero en estos momentos difíciles que vive el pueblo en general hay que ver el panorama en retrospectiva. Por ejemplo, en la pasada administración, en el año 2009 el PIB (producto interno bruto) fue de $25 mil 925 millones, el cual este gobierno dista mucho en emular, cuando solo este año ha tenido que solicitar una dispensa a la Asamblea Nacional por 300 millones de dólares, al quedarse sin recursos.

Y si hablamos de recursos o presupuestos, el gobierno de Martinelli contó con un orden presupuestario de 64 mil 82 millones de dólares, mientras que Varela en lo que va hasta ahora, ha contado con un presupuesto global de 102 mil 449 millones de dólares. Al menos en la pasada administración se invirtieron megaproyectos como la Línea 1 del Metro, la Cadena de Frío, ampliación de la carretera Divisa-Las Tablas; la ampliación de la carretera David-Boquete; la construcción de la Ciudad Hospitalaria, el proyecto social 100 a los 70, Beca Universal, los Minsa Capsi y cientos de proyectos más que crearon empleos y estos a su vez miles de dólares en circulación, los padres tenían suficiente para el pago de la escuela de sus hijos, en fin, había abundancia compartida.

Hoy, sin embargo, veo con tristeza cómo miles de compatriotas ven sus sueños truncados y los de sus hijos también porque hace poco les entregaron su carta de despido. Cada día que transito las calles de la ciudad no veo ese entusiasmo que para esta época era habitual en la mayoría de los panameños. Caras tristes y no de felicidad. No hay un lugar en esta ciudad donde uno encuentre palabras como “se alquila”, “se vende”, “no hay vacante”, “cerrado”, entre otros.

El panorama que nos presenta el gobernante de turno es de preocuparse, especialmente para las futuras generaciones porque nos está dejando un país en ruina, y una de las principales causas es haberse dedicado durante cuatro años consecutivos a perseguir a sus adversarios políticos, a sembrar el terror y abusar del poder que le confirió este pueblo noble para que gobernara con sabiduría y equidad, pero que ha sido todo lo contrario porque su norte siempre ha sido la venganza y el odio, arrastrando a todo un país en una vorágine de desgracia y de sufrimiento.

En el 2015, por ejemplo, el gobierno panameñista anunció que invertiría entre 2015 y 2019, unos 19 mil 500 millones de dólares, pero solo 32.7%, es decir unos 6 mil 370 millones, estuvieron dirigidos a proyectos de infraestructuras. Mas no así el presupuesto de la planilla que en estos últimos cuatro años, específicamente en el año 2016, la planilla creció en 359 millones de dólares. Y lo peor es que las obras no se ven. Por eso es necesario que usted, señor lector, vote a conciencia y vote por la mejor alternativa en el 2019: Cambio Democrático, el partido político que le devolverá la sonrisa y la felicidad que perdió en estos cinco años del gobierno panameñista.

No puedo terminar este artículo de hoy si antes no les envío un efusivo y sincero mensaje de felicitación a todos los periodistas en esta fecha, por esa excelente labor que viene desarrollando en beneficio de las comunidades, la libertad de expresión y el respeto por los derechos fundamentales.

¡Saludos a todos los periodistas!

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