Nacional - 27/3/18 - 12:00 AM

EL PANAMÁ QUE QUIERO PARA MIS HIJOS

Por: Riccardo Francolini Arosemena -

He decidido escribir esta columna semanal, como parte de mi aporte a construir un nuevo y mejor país, donde mis hijos y sus hijos crezcan en un ambiente de paz, libertad, crecimiento económico y justicia social.

Después de haber vivido en carne propia la persecución, el odio y el mal uso del poder por gobernantes que sólo ven su actuar en el hoy, sin pensar en el mañana, desgarrando una sociedad y llevando a un país a los días más oscuros, donde la justicia se balancea al poder o la chequera más gruesa, donde la delincuencia se toma las calles, donde la educación es cada día peor, en definitiva, si comparamos estos cuatros años de desgobierno con los cinco años que le antecedieron, el saldo de la cuenta nos daría números rojos.

Me formé en el seno de una familia de emigrante italiano y madre panameña, en el que me enseñaron los valores fundamentales, donde cada plato de comida que llegaba a nuestra mesa era de trabajo duro y honesto, producto del sudor de la frente de mis padres, donde no existen atajos para el éxito sino el estudio y una conducta intachable.

Luego de mi formación escolar al lado de los hermanos cristianos “la sallistas”, terminaron de moldear el hombre en quien me convertiría, la dosis exacta de la sensibilidad social, logró en mi calar, donde el amor y el temor a Dios se convirtieron en esa práctica diaria, que luego inculcaría a mis hijos..

Me formé profesionalmente en el sector bancario donde aprendí el valor del ahorro y de la disciplina en el uso del dinero, mis cimientos para luego aventurarme en mis primeros emprendimientos como empresario, no fue fácil los primeros días, pero lo que aprendí en mi hogar me dio frutos y pronto me convertiría en el empresario de éxito que he logrado formar.

Hoy con la experiencia que la vida me enseñó y los años, casi medio siglo, creo que uno debe dejar un legado al país que todo le dio a mi padre, a mi familia y a mí en lo personal, que los hombres y mujeres de esta patria libre, que le costó la sangre a quienes nos antecedieron, debemos alzar nuestra voz, nuestra pluma y nuestra vida por dejar un mejor país, donde vivan nuestros hijos, donde los apellidos o la cuna donde nazcas sea el objeto diferenciador entre las personas.

Daré mi aporte cada semana en este espacio escrito, señalaré los errores y desmanes que nuestros gobernantes cometan, también aportaré soluciones para una mejor nación, esa patria grande que líderes como Juan Demóstenes Arosemena, Belisario Porras, Arnulfo Arias Madrid, Omar Torrijos, Ernesto Pérez Balladares y en este siglo Ricardo Martinelli, hicieron por dejarnos un mejor país.

Trataré de no ser dogmático o ideológico en mi escrito, creo que en este siglo donde los muros se derriban, la web nos une cada día, más no hay tiempo para dialécticas dormidas de izquierdas o de derechas, debemos todos juntos construir un nuevo país, el país de los panameños sin distinción, donde exista una educación gratuita y de primer mundo, una salud igual para todos, donde no existan hospitales de primera u hospitales de segunda; que la justicia sea diáfana y justa, que no se arrodille con el poder de turno, donde nuestros funcionarios sean realmente servidores públicos. Un Panamá renovado, donde nuestros hijos crezcan sin odios, sin prejuicios, libres, educados, seguros y siempre temerosos a Dios.

No podré evitar hablar de mi amigo y maestro en política Ricardo Martinelli, que para mí, su gobierno fue el más progresista de las últimas tres décadas, sin menospreciar el trabajo de Don Guillermo Endara Galimany, en materia de reconciliación o el de Pérez Balladares con su proyecto de nación, que hoy sigue sirviendo de base. Pero definitivamente, la fuerza, la capacidad de trabajo de Ricardo Martinelli será recordada, no hay nadie que no acepte que en los cinco años que gobernó Cambio Democrático, en las mesas había comida, en los bolsillos de la mayoría de los panameños había dinero y que el nivel de felicidad colectiva era de los más altos vivido en época alguna.

Ojalá este aporte semanal sea visto como lo que es, un aporte de un panameño que desea mejores días para esta patria, que cree que sus hijos y sus nietos merecen un mejor país, que reconstruir esta patria y re editarla es posible, sólo con el compromiso serio de la clase política, la clase empresarial, profesional y de todos los panameños del nivel social y económico que sea, una especia de complicidad de clases donde el norte es un mejor lugar para todos nuestros hijos.

Hasta el próximo martes y nunca olvides…


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