El papa le da el mejor regalo de su vida

Por: Yorlenne Morales Crítica -

Francisco le dejó a la “viejita flacuncha” Hageera Mollick los mejores regalos de toda su vida: una bendición, un rosario, un beso y que le cantara el feliz cumpleaños.

Todo eso sucedió en plena vía, a pocos metros de la Nunciatura. La odontóloga Hageera Mollick reveló a “Crítica” ese momento cargado de emoción cuando el sumo pontífice ordena detener el auto Toyota Prius azul oscuro con placa SCV’ (Stato della Città del Vaticano), desciende del vehículo y va directo a ella que estaba junto a un grupo de amigos y peregrinos.

Ya el vicario de Cristo había visto a Hageera dos veces en su corta estadía en Panamá. En la cumbre con los obispos centroamericanos se apartó de su discurso para comentar que notó a una viejita de su edad o más, pequeñita, delgadita, que anda con un letrero de cartón que dice: “Santo padre, los ancianos también hacemos líos”. ¿Cómo no adorar a este pueblo?, exclamó emocionado.

Cuando el papa baja del auto y se acerca ¡quedé en shock! Se me acercó y me dice: “¡a ver dónde está el letrero de las abuelitas!”. Yo desplegué la pancarta con el mensaje: ¡las abuelas también armamos líos #con sabiduría!

La doctora Mollick relata que el enviado de Dios le pide tomarse una foto, pero ella le pide primero la bendición, él accede y ella le aclara muy quedo al oído: “Papa, no estoy tan viejita como me pintó…si flacuncha, pero no viejita…hoy cumplo 69 años”.

Francisco hace un gesto de sorpresa y exclama: ¡ah, vaya, me equivoqué!, pero vamos a cantarle el cumpleaños, y lo hizo junto a unos peregrinos de EE.UU., guatemaltecos y monjitas que estaban en el camino.

Luego -explica la Dra. Mollick- el santo padre mandó a buscar un rosario en su carro y me lo regaló…la bendición, ese obsequio, un beso en la mejilla y otro que yo le devolví, han sido los mejores regalos de toda mi existencia. Le dije: “muchas gracias papa…no podía expresar más…enmudecí”.

Eso fue en la mañana y eran casi las 2:00 p.m. y Hageera nos dijo: “…mira la hora que es y después de ese beso del papa, no me he lavado la cara”.

El santo padre dijo a los peregrinos que prestaran atención a lo que decía el cartel que portaba la mujer: “Los viejos arman lío, pero con sabiduría”.

“Por eso ustedes tienen que hablar con ellos. Recibir de ellos la raíz de la pertenencia, la raíz de la sabiduría. Esta viejita, que es más joven que yo, ¡es valiente!, y hoy cumple años. Así que le cantamos ‘cumpleaños feliz’ todos”, expresó Francisco.

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