Francisco pide a los jóvenes no perder el tiempo

Francisco pide a los jóvenes no perder el tiempo

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El papa Francisco, en la última y multitudinaria misa de la JMJ en el Campo San Juan Pablo II - Metro Park, envió un mensaje claro y contundente a la juventud de Panamá y el mundo, de no perder el tiempo.

"Porque ustedes, queridos jóvenes, no son el futuro sino el ahora de Dios. Él los convoca y los llama en sus comunidades y ciudades a ir en búsqueda de sus abuelos, de sus mayores; a ponerse de pie y junto a ellos tomar la palabra y poner en acto el sueño con el que el Señor los soñó", expresó Francisco, ante una multitud de casi 700 mil personas, entre panameños, peregrinos y figuras de la Iglesia católica.

"Para Jesús no hay un ‘mientras tanto’, sino amor de misericordia que quiere anidar y conquistar el corazón. Él quiere ser nuestro tesoro, porque no es un ‘mientras tanto’ en la vida o moda pasajera, es amor de entrega que invita a entregarse", destacó Francisco.

El papa señaló que el conformismo puede llevar a los jóvenes a ser como los vecinos de Nazaret, que "cada vez que piensan que su misión, su vocación, que hasta su vida es una promesa tan solo para el futuro y nada tiene que ver con vuestro presente. Como si ser joven fuera sinónimo de sala de espera de quien aguarda el turno de su hora. Y en el ‘mientras tanto’ de esa hora, les inventamos o se inventan un futuro higiénicamente bien empaquetado y sin consecuencias, bien armado y garantizado con todo ‘bien asegurado’. Es la ‘ficción’ de alegría", advirtió.

"La indiferencia mata"

Más temprano y como parte de sus actividades en su último día en Panamá, Francisco visitó la Casa Hogar El Buen Samaritano, ubicada en el corregimiento de Juan Díaz, y que alberga a personas con el VIH/sida. Allí, habló que la indiferencia también "hiere y mata".

En la Casa Hogar dijo: “Gracias a cuantos hacen posible que el amor de Dios se haga cada vez más concreto y real, mirando a los ojos de los que están a nuestro alrededor y reconociéndolos como prójimos”.

Pidió a la Virgen María, que "como buena madre sabe de ternura y de projimidad, nos enseñe a estar atentos para descubrir cada día quién es nuestro prójimo y nos anime a salir con rapidez a su encuentro, y poder darle un hogar, un abrazo donde encuentre cobijo y amor de hermanos".

Bendito lío

“Armen lío”, volvió a insistir el papa Francisco ayer durante su discurso de despedida a los voluntarios de la JMJ en el estadio Rommel Fernández, pero esta vez, agregando: “armen lío, constructivo, e incluyan a los abuelos”.

“Les doy la bendición, ponemos en nuestro corazón lo que somos, lo que deseamos”, señaló Francisco, quien al final del discurso, volvió a decir: “yo no sé si en la próxima JMJ estaré, pero Pedro, seguro estará y los confirmará en la fe. Sigan adelante, con coraje y valentía y, por favor, no se olviden de rezar por mí”.

Un papa, cuyo rostro lucía cierto grado de cansancio, pero a la vez animado por la presencia de miles de voluntarios, afirmó: “Gracias a todos, porque en estos días han estado atentos y pendientes hasta de los más pequeños, cotidianos y aparentemente insignificantes detalles, como ofrecer un vaso de agua, y -a la vez- atendieron las cosas más grandes que requerían de mucha planificación. Han preparado cada detalle con alegría, creatividad y compromiso, y con mucha oración”.

“Dar lo mejor de sí para hacer posible el milagro de la multiplicación no solo de los panes sino de la esperanza. Aquí, una vez más, demuestran que es posible renunciar a los propios intereses en favor de los demás”, señaló Francisco ante la multitud congregada en el Rommel Fernández.

Despedida alegre

Antes de partir, el vicario de Roma sostuvo un encuentro privado con el presidente de la República, Juan Carlos Varela, y su esposa, la Sra. Lorena Castillo, en el aeropuerto de Tocumen.

El papa Francisco subió a la aeronave de Avianca a las 5:58 p.m. de ayer, volteándose brevemente para despedirse de Panamá, y volver al Vaticano. Varela y la primera dama despidieron a Francisco en la terminal 2.

Luego, Varela dio gracias a Dios y al papa Francisco por la bendición de haber sido sede de la Jornada Mundial de la Juventud, y felicitó al pueblo panameño por demostrar su gran corazón y "las cosas grandes que puede hacer cuando estamos todos unidos".

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