Gobierno reorienta política penitenciaria

El ministro de Gobierno, Milton Henríquez, dijo hoy que uno de los mayores logros de su cartera ministerial durante el primer año de legislatura ha sido la reorientación de la política penitenciaria, que antes se basaba en el castigo y ahora en la reinserción. "En el sistema penitenciario que heredamos, la persona entraba en la cárcel por un delito menor y salía graduado en delitos mayores", reconoció Henríquez. Gracias a varios programas gubernamentales ha habido un "cambio cualitativo en la orientación de la política penitenciaria" y se ha pasado de "un sistema de justicia punitiva a un sistema de justicia rehabilitativa", explicó el ministro. Henríquez dio estas declaraciones en una rueda de prensa donde hizo un balance de su gestión, en el cual no detalló qué medidas han ayudado a esta transformación del sistema penitenciario. Por su parte, la viceministra María Luisa Navarro agregó que en los reclusos "son la base de cualquier reforma penitenciaria" y no las instalaciones carcelarias. El Gobierno pretende también mejorar la situación de hacinamiento que viven los reclusos en las cárceles del país y a finales de junio inició el trasladado progresivo de presos a la megacárcel la Nueva Joya, que se construyó durante el gobierno del expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014) y que permanecía vacía. Después de Cuba y El Salvador, Panamá es el país con el mayor grado de hacinamiento del continente. El 60 % de los 16.000 presos que hay en el país centroamericano se encuentran recluidos en dos cárceles de la capital, la Joya y la Joyita, a las que se les describe como la "antesala del infierno". La Joyita, por ejemplo, que se encuentra casi pegada al nuevo centro penitenciario, tiene una capacidad para 2.837 personas y, en la actualidad, alberga a más de 5.200 presos. Panamá es también el país el con mayor número de detenciones preventivas. De hecho, el 66 % de las personas privadas de libertad están en prisión provisional. El ministro también destacó que, bajo su gestión, el salario de los custodios (funcionarios de presiones) subió de 400 a 690 dólares y se reforzaron las requisas en las cárceles. Desde julio de 2014 hasta ahora, se requisaron en total 1.158 armas, apuntó el director del Sistema Penitenciario, Gabriel Pinzón.