Gobierno tilda de xenófobos y desinformadores a críticos de pacto migratorio

El gobierno tildó de “desinformadores, malsanos y “xenófobos” los cuestionamientos que se le hacen al pacto de la ONU por una migración segura y ordenada a la que se adhirió Panamá, pero no lograron aclarar con qué sectores de la sociedad fue consultada una decisión que es objetada.

La vicepresidenta y canciller Isabel de Saint Malo alegó que se ha creado una “avalancha de desinformación” ante un pacto que no es vinculante, ni promueve la migración, ni socava la soberanía de los Estados que los suscriben, por lo tanto, Panamá no está obligado a "revisar" sus políticas migratorias.

El ministro de Seguridad, Jonathan Del Rosario, calificó a los críticos de “inescrupulosos” que se prestan para fomentar un debate “malsano”, que saca a relucir la “xenofobia” con memes y videos que incitan al odio y la discriminación.

Para el exembajador de Panamá en EE.UU. Eloy Alfaro “sorprende que ministros, exministros y funcionarios reaccionen con irrespetuosos comentarios contra quienes cuestionan o critican que el presidente Juan Carlos Varela y su canciller hayan ido a firmar un pacto escondidos de la ciudadanía. No entiendo, debe ser por mi ignorancia: si el pacto no es vinculante, ¿para qué sirve?, ¿cuál es su importancia que exigía que un presidente y su canciller se cruzaran medio mundo para firmarlo? Sabían que la firma sería severamente cuestionada, por eso, con premeditación, fueron a firmarlo escondiéndose de la opinión pública".

Según Isabel De Saint Malo, el "pacto logra el balance entre el derecho de las personas y la soberanía de los Estados, no promueve las migraciones, y el objetivo es trabajar en los países de origen el conflicto, la desigualdad, la violencia o el problema que se esté desarrollando, a fin de que las personas no tengan que verse en situación de migración".

La funcionaria reconoció que por su pujanza económica y estabilidad sociopolítica, Panamá ha sido en los últimos años uno de los destinos más elegidos por muchos migrantes de la región, principalmente venezolanos, colombianos y centroamericanos. "Es innegable que somos un país atractivo para los migrantes", añadió.

De acuerdo con la vicepresidenta, el pacto se firmó para que cuando los países se enfrenten a migraciones, exista un marco para cuidar los aspectos de la seguridad del resto de las naciones.

Ante los cuestionamientos de Chile a este pacto, la vicepresidenta señaló que ambos países tienen realidades distintas, y que respeta la posición del homólogo, pero no es la misma que la de Panamá.

Chile tiene realidades distintas, pero respetamos su interpretación del pacto, Panamá tiene otra opinión, alegó Isabel De Saint Malo. Chile no es país de tránsito, sino de destino y tiene una situación interna compleja dando trabajo a un número importante de haitianos, y esa presencia masiva ha creado situaciones internas y tuvo algún peso eso en la decisión chilena.

En tanto, el ministro de Seguridad, Jonathan Del Rosario, alegó que de darse migraciones en Panamá, las leyes protegen 50 profesiones que no pueden ser ejercidas por extranjeros y además el comercio al por menor debe estar en manos de panameños.

Según Del Rosario, en el pacto hay respeto a la legislación de cada país como el Código de Trabajo y decreto de migración y para que los extranjeros puedan acceder al trabajo, deben cumplir requisitos.

Agregó que con base en el intercambio de informaciones, Panamá ha expulsado 31,756 personas.