Hasta luego profesor Carlos Arrieta De La Hoz, Rector de los Rectores

La primera impresión que tuve fue la de ese personaje espigado, vestido con saco, corbata negra, de voz directa, alta, conciliador e historiador por excelencia cuando dirigía el acto cívico del canto del himno nacional y del plantel.
Carlos Arrieta De La Hoz.

Carlos Arrieta De La Hoz.

Por: Por Justino González G -

En mi memoria está fresco el primer día que ingrese al Instituto Nacional de Panamá (1979-1984).


La primera impresión que tuve fue la de ese personaje espigado, vestido con saco, corbata negra, de voz directa, alta, conciliador e historiador por excelencia cuando dirigía el acto cívico del canto del himno nacional y del plantel.


Al principio cuando fui dirigente del Frente Estudiantil Revolucionario 29 de noviembre (FER-29), y que por décadas tuvimos el control de la Asociación Federada del Instituto Nacional AFIN, discrepé de forma intensa con el Rector Carlos Arrieta de la Hoz, respecto al contexto histórico de aquella época caracterizada por nuestra posición antimilitarista y oposición a los Tratados Torrijos-Carter. No porque estuviera en desacuerdo con nosotros, sino por la forma de protesta que aquellos tiempos terminaban en batallas campales de piedra contra perdigones y gas lacrimógeno.


Como todo joven institutor, muchas veces lo desafiamos y decenas de veces tocamos la campana del plantel, hicimos Asamblea General y salimos a las calles a manifestarnos.


Cuando eso ocurrió, nunca se negó a entregarnos la bandera nacional, sino que nos acompañaba durante todo el recorrido de la marcha y también asumía el riesgo de ser herido por pedigones y sufrir los efectos de las bombas lacrimógenas.


Muchas veces lo observe correr junto a nosotros cuando las hordas militaroides en arreos de combate nos atacaban.


Nunca olvidaré, que, tras los arrestos arbitrarios y agresiones físicas con las temibles mangueras de caucho, el Rector de La Hoz, se paraba por horas fuera de la cárcel Modelo, hasta que lograba nuestra liberación.


Para mí fue el autor intelectual de la gesta del 9 de enero de 1964, ya que, desde sus cátedras de Relaciones de Panamá con Estados Unidos, forjó el sentimiento nacionalista para erradicar la vergüenza de tener un enclave colonial dentro de la antigua zona del Canal.


Arrieta de la Hoz, nunca hizo lo que hacen los actuales Rectores del Instituto Nacional que de forma vergonzosa se han convertido en represores y verdugos de sus propios estudiantes.


Jamás apostó y propuso la eliminación de los grupos políticos estudiantiles que para esa época se fraccionaron en varias corrientes. Dedicó horas con nosotros en la Rectoría en temas de la historia republicana de nuestro país para que según el, entendiéramos el presente.


En el Glorioso Nido de Águilas, nunca lo vi prohibir los debates estudiantiles, por el contrario, se convertía en moderador.


Sin lugar a dudas, su mandato como Rector del Glorioso Nido de Águilas fue uno de los más duros políticamente en época de dictadura, pero se erigió en un verdadero pedagogo de la juventud inquieta y revolucionaria.


Años después cuando ya era reportero de TVN Noticias, mi Rector eterno, Carlos Arrieta de la Hoz solía pasar por ahí en Transístmica, ya que residía en la parte de atrás e ingresaba a la televisora y hablábamos de la realidad nacional. Y hasta proponía reportajes.


Siento mucha tristeza por su muerte. Carlos Arrieta de la Hoz, fue uno de esos Pro hombres que ya no nacen.


De profundas convicciones nacionalistas, forjador de juventudes, enemigo de la juventud servilista y genuflexa. Hoy se nos ha adelantado en el viaje eterno sin retorno.


Solo me queda decir con ojos vidriosos y llanto contenido, la frase de Emerson estampada en una placa en los pasillos del Instituto Nacional: “Solo los que construyen sobre ideas, construyen para la eternidad”.


...Hasta luego, ¡Rector Magnífico del Instituto Nacional!

Por Justino González G.
Abogado y Periodista
(Institutor)

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