Nacional - 20/10/13 - 10:23 AM
La antesala de una Cumbre
Molinar apareció por sorpresa a media mañana del sábado en el Centro de Convenciones ATLAPA, donde se celebrará el encuentro de académicos y expertos del idioma del 20 al 23 de octubre.
Tomado de: El País
"Los que tengan pena que la dejen en la casa; los que sean tímidos que se sacudan la timidez antes de venir mañana", arengó con alegría Lucy Molinar, ministra de Educación de Panamá, desde el patio de butacas del teatro, a un centenar de niños, jóvenes y adultos en un descanso de los ensayos artísticos que formarán parte de la inauguración del VI Congreso Internacional de la Lengua Española.
Molinar apareció por sorpresa a media mañana del sábado en el Centro de Convenciones ATLAPA, donde se celebrará el encuentro de académicos y expertos del idioma del 20 al 23 de octubre. La ministra quiso comprobar en persona que todo estuviera en orden, especialmente la presentación cultural. Parecía que ella fuera la co-autora de la coreografía. Seis minutos que mostrarán lo más significativo de la cultura panameña, los bailes y ritmos de sus 15 regiones abrazadas por el Atlántico y el Pacífico.
"¡Sonreír, sonreír, y saludar mirando a todo el teatro!", exclamaba la ministra mientras practicaba lo que decía dando la espalda a toda esa gente subida en el escenario unos, y otros abajo, mientras ella miraba el millar de butacas repartidas en tres terrazas que mañana ocuparán académicos, expertos en el idioma, escritores e invitados especiales. Luego Molinar se giró hacia el grupo y les explicó con su voz recia y clara: "En el teatro, en el escenario, hay que exagerar todo, los movimientos, la voz, ¡todo!, para que pueda ser apreciado y poder llamar la atención", y a la vez que decía esto ella misma movía los brazos en círculos gigantes.
"¿El torito? ¿dónde está el torito?, y más de cien cabezas se movieron veloces hacia todos lados buscando al torito mentado que apareció tímido por ahí. Entonces ella le dijo: "Hay que hacerlo con su música y todo su alboroto". Después siguieron todos con atención sus recomendaciones, luego otras... De repente, Lucy Molinar frenó en seco sus instrucciones. Calló, miró rápidamente a todos lados, como buscando algo y exclamó: "¡¿No hay diablos?! ¡NO!. Todos cruzaron sus miradas, hasta que arriba del escenario, detrás de un grupo de bailarines, apareció un muchacho con el brazo en alto. El director de la presentación artística le dijo que ese era el diablo rojo, y Molinar preguntó: "¿Y el diablo espejo?". Silencio...
"Los que tengan pena que la dejen en la casa; los que sean tímidos que se sacudan la timidez antes de venir mañana", arengó con alegría Lucy Molinar, ministra de Educación de Panamá, desde el patio de butacas del teatro, a un centenar de niños, jóvenes y adultos en un descanso de los ensayos artísticos que formarán parte de la inauguración del VI Congreso Internacional de la Lengua Española.
Molinar apareció por sorpresa a media mañana del sábado en el Centro de Convenciones ATLAPA, donde se celebrará el encuentro de académicos y expertos del idioma del 20 al 23 de octubre. La ministra quiso comprobar en persona que todo estuviera en orden, especialmente la presentación cultural. Parecía que ella fuera la co-autora de la coreografía. Seis minutos que mostrarán lo más significativo de la cultura panameña, los bailes y ritmos de sus 15 regiones abrazadas por el Atlántico y el Pacífico.
"¡Sonreír, sonreír, y saludar mirando a todo el teatro!", exclamaba la ministra mientras practicaba lo que decía dando la espalda a toda esa gente subida en el escenario unos, y otros abajo, mientras ella miraba el millar de butacas repartidas en tres terrazas que mañana ocuparán académicos, expertos en el idioma, escritores e invitados especiales. Luego Molinar se giró hacia el grupo y les explicó con su voz recia y clara: "En el teatro, en el escenario, hay que exagerar todo, los movimientos, la voz, ¡todo!, para que pueda ser apreciado y poder llamar la atención", y a la vez que decía esto ella misma movía los brazos en círculos gigantes.
"¿El torito? ¿dónde está el torito?, y más de cien cabezas se movieron veloces hacia todos lados buscando al torito mentado que apareció tímido por ahí. Entonces ella le dijo: "Hay que hacerlo con su música y todo su alboroto". Después siguieron todos con atención sus recomendaciones, luego otras... De repente, Lucy Molinar frenó en seco sus instrucciones. Calló, miró rápidamente a todos lados, como buscando algo y exclamó: "¡¿No hay diablos?! ¡NO!. Todos cruzaron sus miradas, hasta que arriba del escenario, detrás de un grupo de bailarines, apareció un muchacho con el brazo en alto. El director de la presentación artística le dijo que ese era el diablo rojo, y Molinar preguntó: "¿Y el diablo espejo?". Silencio...