‘¡Me quieren matar… me quieren matar!’, grita Martinelli

Polo reiteró que el estado de salud y las visitas a los médicos son potestad del magistrado juez de garantías porque bajo su tutela está el procesado.
‘¡Me quieren matar… me quieren matar!’, grita Martinelli

‘¡Me quieren matar… me quieren matar!’, grita Martinelli

Por: Jorge Luis Barría Crítica -

“¡Esta gente me quiere es matar!”, gritó el exmandatario Ricardo Martinelli a la salida de la audiencia, en la que el magistrado de garantías Jerónimo Mejía se negó a que el expresidente sea reevaluado por médicos del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

“Yo no puedo entender que a una persona que pide que lo evalúe Medicina Legal no se lo permitan”, vociferó Martinelli. 

Inflexible se mantiene Jerónimo Mejía ante la solicitud de la defensa de Martinelli, quienes piden que el exmandatario sea reevaluado por médicos del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

La petición, que fue realizada por los defensores por segunda ocasión, fue motivo de debate entre el magistrado fiscal Harry Díaz y alguno de los defensores de Martinelli en medio de la audiencia que se realizó ayer en la Corte Suprema de Justicia.

Los defensores sustentaron que la petición que están realizando ahora es la misma que el pasado 11 y 12 de junio se hizo por parte del Tribunal, y según los defensores no comprenden por qué ahora Mejía se resiste a emitir una decisión concreta.

"Si tenía competencia en aquellos días, ¿hoy por qué ya no se tiene?”, preguntó el abogado Carlos Carrillo.

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Holanda Polo destacó que el magistrado ha estado sacando sus propias conclusiones y que en ningún momento la petición de revisión es para que se convierta en un prueba pericial y mucho menos para pedirle un cambio de medida cautelar porque ellos están claros en que a él como juez no le compete tomar esa decisión, pero sí puede autorizar una revisión médica para corroborar el buen estado de salud de Martinelli.

Polo reiteró que el estado de salud y las visitas a los médicos son potestad del magistrado juez de garantías porque bajo su tutela está el procesado, situación a la que se opuso Mejía, quien con una voz fuerte le respondió a Polo indicándole que: "Si de medida cautelar se trata, no estoy en la facultad de dar medidas cautelares", a pesar de que la defensa esbozó otra aclaración.

Por su parte, Harry Díaz, para responder y oponerse a la solicitud de Holanda Polo, sacó su teléfono celular, a pesar de que está prohibido dentro de la sala, para consultar unos artículos, indicando que la petición no era aceptable porque Martinelli tenía los males de una persona de su edad.

En esta sustentación, Jerónimo Mejía no emitió ningún comentario sobre si Ricardo Martinelli será evaluado por los médicos del IMELCF.

Acto de audiencia

En la audiencia, la defensa concluyó la presentación de las pruebas que utilizará de llegar a un juicio oral.

En total, el abogado Carlos Carrillo sustentó 28 pruebas testimoniales, 87 documentales, 3 periciales, 132 elementos para refrescar memoria, con el fin de comprobar la inocencia de Ricardo Martinelli en el proceso que se le sigue por las supuestas escuchas ilegales.

Carrillo en su presentación pidió una vez más al juez de garantías que se le brindara la oportunidad de revisar las pruebas materiales en custodia que tiene la fiscalía, para que ellos con sus peritos puedan hacer la revisión de las computadoras, discos duros, memorias USB, discos compactos, entre otros elementos a los cuales no han tenido acceso para realizar una defensa como es debido.

Una vez finalizó Carrillo su presentación, el juez dio parte al magistrado fiscal para que iniciara sus objeciones a las pruebas, pero este quiso empezar solo con 21 objeciones y pidió un receso para analizar el documento y posteriormente seguir con las otras.

Receso que fue concedido hasta el próximo miércoles 26, luego de que la defensa de Martinelli se opusiera a que solo se iniciara con estas 21 objeciones, ya que sería un poco confuso porque se haría de manera aleatoria.

La defensa pidió que se decretara el receso para que en un solo bloque, el fiscal y el acusador autónomo presentaran todas las objeciones, que finalmente serían discutidas por el juez y luego se determinará cuáles son admitidas y cuáles no.

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