Nuevo récord: 31 muertos

Un nuevo récord de 31 muertes por coronavirus registró ayer Panamá, lo que motivó al ministro de Salud, Luis Francisco Sucre a declarar una "guerra de guerrilla" urbana para detectar los contagios en los barrios.

La cifra mortal total se elevó a 698. De lunes a viernes han muerto 94 panameños. Hay 35,995 contagios acumulados y ayer hubo 758 nuevos infectados tras 2,280 pruebas para un 33.2% de positivos.

Hay 969 pacientes hospitalizados: 823 están en sala y 146 en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Los contagios se acumulan en los siguientes grupos de edad: menores de 20 años (4,324), de 20 a 39 años (15,809), de 40 a 59 años (11,375), de 60 a 79 años (3,742) y de más de 80 años (745).

En cuanto a los decesos se distribuyen de la siguiente manera: en edades de 20 a 39 años (42), de 40 a 59 años (144), de 60 a 79 años (314) y de más de 80 años (186).

El gobierno agobiado tuvo que apretar. El ministro Sucre informó que desde la fecha no se le acreditará el vale digital a quienes resulten positivos por el virus o a los que estén en cuarentena por ser contactos, para evitar que propaguen el virus, al salir a comprar alimentos en los supermercados.

Para garantizar la alimentación de estos pacientes, el equipo de trazabilidad, en apoyo con las juntas comunales y dirigentes comunitarios, será el medio encargado de proveer de alimentos a estas personas.

Además para controlar que estos pacientes no incumplan con su cuarentena, se ha ingresado al sistema Paco, manejado por la Policía Nacional, las cédulas de cada uno de los ciudadanos que se mantienen activos con COVID-19.

Los contactos como los contagiados con coronavirus, que sean detectados en las filas de los supermercados, serán multados por el Ministerio de Salud. Estas personas además serán conducidas de manera obligatoria a los hoteles y a los albergues habilitados para la atención de la pandemia, hasta que cumplan con la fase de cuarentena.

A estos sujetos, también se les bloqueará la tarjeta tanto del Metrobús como del Metro para que no puedan circular en la ciudad, y estén obligados a quedarse en sus casas.

El ministro dijo que esa medida se adoptó ante la insistencia de personas Covid-19 positivo, que a sabiendas de estar contagiadas o haber tenido contacto con infectados, utilizan sin reparo transporte público y asisten a los supermercados a realizar compras.

Luis Sucre anunció centros regionales y locales para la trazabilidad que no solo involucrará al personal de salud, sino a representantes, alcaldes, clubes cívicos, dirigentes comunitarios y autoridades eclesiásticas.

Los corregimientos con mayor contagio son: Tocumen (1,512), Arraiján (1,470), Pacora (1,355), 24 de Diciembre (1,276), Belisiario Porras (1,233), Vista Alegre (1,041), Belisario Frías (928) y Pedregal (913).

Sucre alabó el esfuerzo en la provincia de Los Santos, que solo presenta 11 casos y se contemplan abrir restaurantes y proyectos de construcción con personal del área y los calificados que vengan de otras provincias deben ser sometidos a exámenes y no podrán abandonar la zona.

Por su parte, el director de la Caja de Seguro Social, Enrique Lau anunció que se buscan habilitar 420 camas en Atlapa y Figali, y otras 786 en el centro de convenciones de Amador y otras instalaciones para hacer un total de 2,373 camas disponibles para pacientes con coronavirus.

Ayer se convocó al Consejo de Ministros de Salud, conformado por ex titulares del ramo, quienes compartieron sus recomendaciones en torno a la batalla contra el COVID-19 en Panamá.

A la reunión convocada por el titular de Salud, Luis Francisco Sucre y la ministra consejera, Eyra Ruíz- realizada en el palacio presidencial- asistieron los ex ministros Carlos Brandaris, José Manuel Terán, Francisco Terrientes, Miguel Mayo, Javier Díaz y Aida Libia de Rivera así como los exministros y miembros del Consejo Consultivo de Salud: Camilo Alleyne, Francisco Sánchez Cárdenas, Jorge Medrano y Enrique Mendoza, actual decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá.

Sucre les indicó que el país está en la cuarta etapa de la pandemia que es la transmisión comunitaria del virus.