OEA, una ‘tortuga’ para actuar
La lenta respuesta de la Organización de Estados Americanos (OEA) a la situación en Venezuela ha evidenciado la dificultad del organismo para actuar ante una crisis
La lenta respuesta de la Organización de Estados Americanos (OEA) a la situación en Venezuela ha evidenciado la dificultad del organismo para actuar ante una crisis política, lastrado por su división interna, sus limitaciones normativas y una lluvia de críticas de todos los frentes.
"Las herramientas que la OEA tiene para actuar, a no ser que la crisis sea verdaderamente grave y haya una falta de gobernabilidad, son muy pocas", advertía el secretario general del organismo, José Miguel Insulza.
Por otra parte, para Michael Shifter, presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, la cuestión no es tanto si la OEA carece de herramientas para actuar como su "falta de voluntad política y de apoyos (suficientes) para hacer algo" significativo en el caso de Venezuela, según comentó a Efe.
Esa falta de apoyos quedó clara en el llamado a la acción de Panamá, respaldado únicamente por EE.UU. y Canadá contra una gran mayoría del consejo que volvió a apoyar a Venezuela, que en la última década ha cosechado el favor rutinario de los países del Caribe y aquellos afines a la Alba.
La apuesta de Panamá le salió cara, con la ruptura por parte de Venezuela de las relaciones diplomáticas, una medida que pudo exacerbar la inclinación de otros países de la OEA a "echarse atrás" a la hora de expresar sus preocupaciones, de acuerdo con Shifter.