Víctima narra caso de desaparición forzada ante la CIDH
Por: Panamá -
Gregoria Herminia Contreras, quien hace 29 años fue víctima de desaparición forzada por parte de las fuerzas militares de El Salvador, narró hoy cómo fue "maltratada" y hasta "violada" por su padre adoptivo, en una audiencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) celebrada en Panamá.
En la audiencia, el Estado salvadoreño pidió perdón a Contreras y a otros jóvenes víctimas de la desaparición forzada entre 1981 y 1983, durante la guerra civil que vivió ese país centroamericano.
Por su parte Contreras, secuestrada en 1982 cuando contaba solo con cuatro años y hallada en 2006, pidió al Estado salvadoreño que la ayude a encontrar a sus dos hermanos desaparecidos y a recuperar su verdadera identidad.
La CorteIDH, que tiene sede en Costa Rica, celebra desde ayer y hasta el próximo jueves sesiones extraordinarias en Panamá para conocer dos casos contra Argentina, así como éste proceso, conocido como "Contreras contra El Salvador".
Contreras, de 33 años, rindió testimonio de los hechos acaecidos el 25 de agosto de 1982, cuando junto a otros cinco niños, incluidos sus dos hermanos, fue secuestrada en medio de operativos de contrainsurgencia que realizaba el Ejército salvadoreño en algunos poblados campesinos de ese país.
Gregoria Herminia fue localizada en 2006 por la Asociación Pro-Búsqueda de Niños y Niñas Desaparecidos, que la reunió con su madre Aura Contreras y la puso en contacto con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que llevó el caso a la CorteIDH.
La mujer narró, en medio de un apagado llanto, cómo fue separada de los otros niños al siguiente día del operativo y llevada a un lugar desconocido, donde comenzó a sufrir maltratos y humillaciones por parte de uno de los militares que se la llevó, que le dijo que a partir de entonces sería su hija.
"Me maltrataban, siempre me decían que era una guerrillera. Aguanté desprecios, humillaciones y nunca tuve tranquilidad", explicó la víctima, quien aseveró que a los 10 años fue violada por su padre adoptivo.
Gregoria Herminia, actualmente casada y con tres hijos, pidió a los representantes del Gobierno salvadoreño que la ayuden a encontrar a sus hermanos y a recuperar su identidad en El Salvador, donde es conocida con el nombre de Gregoria de Jesús Molina.
"Me gustaría poder llevar mi verdadero nombre y mis verdaderos apellidos, porque el solo hecho de llevar el de Molina para mi es de mucho dolor, porque Molina (su padre adoptivo) me hizo mucho daño", expresó la mujer, quien reconoció que hasta que se reencontró con su madre no tenía certeza de cuándo nació ni quién era en realidad.
Por su parte, el representante de El Salvador, David Morales, pidió en nombre del Estado a Gregoria Herminia Contreras "perdón por el dolor inconmensurable ocasionado por agentes del Estado que perpetraron los deplorables delitos ya conocidos, que trajeron tan drásticas consecuencias para ella y sus familiares".
El abogado señaló que Contreras representa a "muchos otros jóvenes que siendo niños y niñas, fueron víctimas", por lo que reiteró el pedido de perdón hecho en enero de 2010 por el presidente salvadoreño, Mauricio Funes, así como el compromiso gubernamental de iniciar la búsqueda de sus hermanos aún desaparecidos.
La audiencia, la segunda de las cuatro que celebrará la CorteIDH en Panamá, culminó con las declaraciones de dos peritos quienes, entre otras cosas, recomendaron la creación de una institución que pueda atender de manera integral a las víctimas de esa época.
Los expertos también consideraron necesaria la apertura de los archivos militares, para permitir una amplia investigación que lleve ante la justicia a los responsables.
Mañana, los jueces verán el caso de la supuesta detención arbitraria, tortura y desaparición forzada de Iván Eladio Torres, el 3 de octubre de 2003 en la ciudad argentina de Comodoro Rivadavia, provincia del Chubut, a manos de agentes estatales.
La CorteIDH revisará el jueves, último día de sesiones, un caso contra el Estado de Ecuador y otros dos contra México, que ya fueron sentenciados en agosto de 2010.
En la audiencia, el Estado salvadoreño pidió perdón a Contreras y a otros jóvenes víctimas de la desaparición forzada entre 1981 y 1983, durante la guerra civil que vivió ese país centroamericano.
Por su parte Contreras, secuestrada en 1982 cuando contaba solo con cuatro años y hallada en 2006, pidió al Estado salvadoreño que la ayude a encontrar a sus dos hermanos desaparecidos y a recuperar su verdadera identidad.
La CorteIDH, que tiene sede en Costa Rica, celebra desde ayer y hasta el próximo jueves sesiones extraordinarias en Panamá para conocer dos casos contra Argentina, así como éste proceso, conocido como "Contreras contra El Salvador".
Contreras, de 33 años, rindió testimonio de los hechos acaecidos el 25 de agosto de 1982, cuando junto a otros cinco niños, incluidos sus dos hermanos, fue secuestrada en medio de operativos de contrainsurgencia que realizaba el Ejército salvadoreño en algunos poblados campesinos de ese país.
Gregoria Herminia fue localizada en 2006 por la Asociación Pro-Búsqueda de Niños y Niñas Desaparecidos, que la reunió con su madre Aura Contreras y la puso en contacto con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que llevó el caso a la CorteIDH.
La mujer narró, en medio de un apagado llanto, cómo fue separada de los otros niños al siguiente día del operativo y llevada a un lugar desconocido, donde comenzó a sufrir maltratos y humillaciones por parte de uno de los militares que se la llevó, que le dijo que a partir de entonces sería su hija.
"Me maltrataban, siempre me decían que era una guerrillera. Aguanté desprecios, humillaciones y nunca tuve tranquilidad", explicó la víctima, quien aseveró que a los 10 años fue violada por su padre adoptivo.
Gregoria Herminia, actualmente casada y con tres hijos, pidió a los representantes del Gobierno salvadoreño que la ayuden a encontrar a sus hermanos y a recuperar su identidad en El Salvador, donde es conocida con el nombre de Gregoria de Jesús Molina.
"Me gustaría poder llevar mi verdadero nombre y mis verdaderos apellidos, porque el solo hecho de llevar el de Molina para mi es de mucho dolor, porque Molina (su padre adoptivo) me hizo mucho daño", expresó la mujer, quien reconoció que hasta que se reencontró con su madre no tenía certeza de cuándo nació ni quién era en realidad.
Por su parte, el representante de El Salvador, David Morales, pidió en nombre del Estado a Gregoria Herminia Contreras "perdón por el dolor inconmensurable ocasionado por agentes del Estado que perpetraron los deplorables delitos ya conocidos, que trajeron tan drásticas consecuencias para ella y sus familiares".
El abogado señaló que Contreras representa a "muchos otros jóvenes que siendo niños y niñas, fueron víctimas", por lo que reiteró el pedido de perdón hecho en enero de 2010 por el presidente salvadoreño, Mauricio Funes, así como el compromiso gubernamental de iniciar la búsqueda de sus hermanos aún desaparecidos.
La audiencia, la segunda de las cuatro que celebrará la CorteIDH en Panamá, culminó con las declaraciones de dos peritos quienes, entre otras cosas, recomendaron la creación de una institución que pueda atender de manera integral a las víctimas de esa época.
Los expertos también consideraron necesaria la apertura de los archivos militares, para permitir una amplia investigación que lleve ante la justicia a los responsables.
Mañana, los jueces verán el caso de la supuesta detención arbitraria, tortura y desaparición forzada de Iván Eladio Torres, el 3 de octubre de 2003 en la ciudad argentina de Comodoro Rivadavia, provincia del Chubut, a manos de agentes estatales.
La CorteIDH revisará el jueves, último día de sesiones, un caso contra el Estado de Ecuador y otros dos contra México, que ya fueron sentenciados en agosto de 2010.
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